Gestión pública
La gestión pública es el conjunto de operaciones y procesos dirigidos específicamente a llevar a cabo la administración de los recursos de organizaciones o entidades públicas.
Dentro del ámbito público, la modalidad de gestión denominada como gestión pública reúne los aspectos de administración de organizaciones.
En ese sentido, tanto empresas públicas como instituciones de la Administración recurren a sus mecanismos para llevar a cabo la organización y el funcionamiento cotidiano de las mismas.
Siguiendo dicho punto, la gestión pública cuenta con una responsabilidad destacada: la identificación de problemas existentes en un territorio o las necesidades a ser cubiertas desde el punto de vista de sus comunidades.
Dichos aspectos deben ser núcleos de la respuesta de lo público en términos de estrategias organizacionales o planes de acción.
La aplicación práctica de los planteamientos pertenecientes a la gestión pública corresponde al concepto de Administración Pública. Por medio de la misma es posible el funcionamiento y la aplicación de distintas políticas y acciones públicas.
Características de la gestión pública
La gestión pública se caracteriza por cumplir con una serie de puntos. Serían los siguientes:
- Debe perseguirse, al igual que ocurre con la gestión privada, un determinado nivel de eficiencia en la gestión de los recursos.
- Actuación y distribución responsable de dichos recursos, ya que a menudo las organizaciones públicas no solamente cumplen con criterios económicos estrictos sino también con motivaciones sociopolíticas.
- En algunos casos debe contar con un principio de competitividad. Si bien las instituciones públicas habitualmente no actúan en mercados ni tienen competidores, múltiples casos de empresas públicas tienen un perfil de competidor, con empresas trabajando en mercados frente a alternativas del sector privado.
- La satisfacción de las necesidades de los ciudadanos es su misión principal, así como la mejora de sus condiciones de vida y la defensa de sus intereses.
- Del mismo modo que en el punto anterior, los intereses de la ciudadanía también deben reforzarse por medio del crecimiento económico. Las organizaciones públicas deben permitir y facilitar la mejora del bienestar y el desarrollo con su actuación.
Ámbitos de gestión pública
Debido a que las motivaciones de la gestión pública comúnmente van más allá de lo estrictamente económico y la ejecución de un papel competidor, existen distintos ámbitos o campos de la realidad en los que está más extendida.
En esa línea, el rasgo administrativo y de control que asume la gestión de este tipo puede verse en instituciones reguladoras, organizaciones supranacionales y otros muchos entes dedicados a labores de gestión de recursos públicos.
Ejemplos básicos de esto último son la salud, la seguridad y defensa o la educación. Si bien estos ámbitos encuentran otros agentes privados, es habitual que sean de titularidad pública.