Repercusión del IVA
La repercusión del IVA es el acto por el cual una empresa o persona jurídica cobra el impuesto sobre el valor añadido al consumidor. Es aplicado sobre el precio del bien o servicio comercializado.
Toda empresa o persona jurídica está obligada a repercutir el IVA en aquellos productos que no se encuentren exentos del mismo, independientemente del tipo de consumidor que sea. Por este motivo, dicho consumidor está obligado a afrontar el pago de este impuesto.
La repercusión del IVA se debe especificar en la factura, calculándolo sobre el precio del producto. El importe de este impuesto se debe de plasmar de forma independiente para que el consumidor pueda identificarlo de forma sencilla.
En el caso de facturar a la Administración Pública, el precio facturado deberá llevar repercutido el IVA.
Requisitos de la repercusión de IVA
La repercusión del IVA es un derecho que posee el sujeto pasivo, el cual emite la factura. Dentro de ello podemos encontrar dos requisitos principales:
- El IVA se debe de repercutir a través de una factura o un documento similar.
- La repercusión del IVA se debe de realizar dentro del período de un año desde que se produzca la operación.
Ejemplo de repercusión de IVA
Supongamos que somos los propietarios de una fábrica de neumáticos de coches domiciliada en España. Un cliente nos ha realizado un pedido de 1.000 unidades valoradas en 30.000€. Este tipo de producto está sujeto a un IVA del 21%. Por tanto, la factura quedaría de la siguiente forma:
En conclusión, la repercusión del IVA es el proceso por el cual se ordena el pago del valor correspondiente de este impuesto al consumidor. Es una obligación para cualquier vendedor de productos que se encuentren sujetos al mismo.