El comercio exterior, cómo reflejan los indicadores, no ha dejado de operar ni en tiempos de pandemia. Sin embargo, el mensaje proteccionista, sirviéndose de la pandemia para ganar adeptos, está ganando cada vez mas peso.
En numerosas ocasiones, en Economipedia hemos debatido sobre la importancia del comercio exterior para el impulso de las economías, así como la estrecha relación, manifiesta en numerosos estudios, entre crecimiento económico y apertura de los países al exterior. Sin embargo, con la pandemia, el debate público muestra un nuevo debate que, para los ortodoxos, se encontraba, o eso se creía, más que cerrado. Un debate que, ante lo que ha supuesto la pandemia, ha reabierto los deseos proteccionistas de muchos mandatarios, que venían amenazando con el cierre de sus países y que se han servido de la pandemia para aplicar esas políticas proteccionistas que tanto ansiaban.
Y es que, ante el duro shock, tanto de oferta como de demanda, que supuso la pandemia, la imposibilidad de seguir desarrollando cualquier actividad económica por las medidas de distanciamiento social que se aplicaron supuso una paralización forzosa de la actividad comercial en todo el planeta. En cuestión de semanas, todo el tráfico de mercancías, y servicios, que circulaba por el planeta sufrió una drástica paralización que acabó con la ruptura de las distintas cadenas de valor que operan en nuestro planeta. Y es que, teniendo en cuenta que China es el primer eslabón de la cadena, siendo este el principal productor de manufacturas en el mundo, la incapacidad de importar la mercancía supuso un desabastecimiento que acabó causando el disgusto de muchos gobernantes.
Esta situación, pese a que se trataba de una situación que se había dado como un fenómeno natural, llevó a estos gobernantes, entre los que destacan Donald Trump, a entonar mensajes que para muchos nos sonaban muy familiares. Mensajes que, como los emitidos el año pasado, incluían el ánimo proteccionista de los distintos mandatarios que, previamente, intentaron bloquear dicho fenómeno. Sin embargo, haciendo uso de la pandemia e instrumentando el mensaje, el proteccionismo, en un momento en el que China contaba con muchas enemistades por la creencia de haber extendido la pandemia por el mundo, ha tenido un gran calado en la sociedad.
Pues, ante la situación que se presenta, la sociedad, temerosa de que esta situación se repita con mayor frecuencia, ha “comprado” el mensaje de los partidarios de los aranceles, con el fin de evitar que una nueva situación de desabastecimiento pueda darse en el país. Sin embargo, dejando de lado todo el aporte que, en años de historia, ha aportado el comercio a nuestra economía. Un aporte que, como decía, no solo queda recogido en los principales papers que abordan dicha temática, sino que se recoge en indicadores que, de la misma forma que resaltan la debilidad de determinados sectores ante situaciones como la que hoy nos acontece, resaltan la fortaleza de un sector que, como el comercio exterior, sigue campando a sus anchas, deteriorado, pero constante.
México: el ejemplo a seguir
En un momento como el actual, donde la economía mexicana venía de cosechar un severo estancamiento al cierre del pasado ejercicio, la llegada de acuerdos como el alcanzado con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC (antiguo TLCAN), suponía un soplo de aire fresco, así como de alivio, para una economía que, previamente, no estaba atravesando la mejor de sus situaciones. Y es que, en este sentido, el acuerdo alcanzado, teniendo en cuenta lo que suponía este, así como las discrepancias con Donald Trump, se convirtió en la principal herramienta con la que contaría, posteriormente, México para combatir la pandemia.
Para hacernos una idea de lo que comentamos, el comercio exterior representa para México ni más ni menos que el 80% de su producto interior bruto (PIB). En el pasado ejercicio, solamente las exportaciones que realizaba el país soportaban el 40% del PIB mexicano; unos datos que facilitan hacernos una idea del gran potencial que representa dicho sector para el crecimiento económico del país, siendo un claro motor económico. Ya que, cuando uno se para a observar el comportamiento de México en los mercados internacionales, así como la evolución que muestra la participación del país azteca en dichos mercados, se puede observar que el sector no ha dejado incrementar su peso en la economía. En este sentido, pasando de un 17%, siendo este el peso del sector exterior en el PIB en 1970, al peso que, con un 80%, representa dicho sector a día de hoy.
Y es que, si nos remontamos al año 1994, con la entrada en vigor del TLCAN, el comercio entre México y los dos socios comerciales que figuran en dicho acuerdo creció de manera considerable. Tanto es así que, desde el año 1994 hasta el cierre del 2018, el volumen de comercialización entre México y Estados Unidos pasó de 82 mil millones de dólares a 612 mil millones de dólares, un aumento del 646%, mientras que los intercambios entre México y Canadá se incrementaron 808% durante el mismo periodo de tiempo.
En este sentido, con los datos en la mano, vemos que el TLCAN fue, y es, el principal motor de las exportaciones mexicanas. Unas exportaciones que, si las desglosamos y clasificamos por destino, centrándonos en las enviadas a los Estados Unidos, soportan el 31,2% del PIB del país. Teniendo en cuenta que el peso de las exportaciones totales en el PIB del 39%, que Estados Unidos soporte el 31% refleja el peso de esta potencia económica en las relaciones de México.
En línea con lo comentado, cabe decir que dicha situación no hubiese sido posible sin determinados sucesos que favorecieron al país azteca gratamente. Pues, la guerra comercial que se abría entre China y Estados Unidos dejaba un lugar libre a México para que Estados Unidos encontrase en este su principal socio comercial. Un suceso que además de darse, trajo consigo un fuerte incremento del tráfico de mercancías con Estados Unidos muy resaltable.
Un crecimiento que, conviene destacar, no se ha visto perjudicado ni en tiempos de pandemia, debiendo decir que, gracias al acuerdo y esa posición estratégica de México, las exportaciones entre enero y agosto del presente ejercicio se ubicaron en 202.950 millones de dólares, lo que supuso una caída del 15,7%, en comparación con el mismo periodo del año anterior. No obstante, teniendo en cuenta, como decíamos, que hablamos de una caída más leve que la que se dio en 2008, año en el que estas se redujeron en 26,7% en la tasa anual.
Es por ello, dicho sea de paso, que esta situación ha llevado al país a registrar un superávit histórico, de 68.420 millones de dólares.
En definitiva, y al hilo con las conclusiones que arrojan los principales informes en materia de comercio, el comercio exterior no solo es una vía de crecimiento para los países, sino que, además, es la vía en la que deben apoyarse las distintas economías para, junto a otros sectores, salir del atolladero en el que se encuentran. Los datos de México hablan por sí solos; demostrando que, pese a la pandemia, el país ha seguido líder como principal socio comercial de la primera potencia económica del mundo. Sin embargo, al margen de la ciencia, la pandemia sigue poniendo en peligro el fenómeno de la globalización, amenazando con un repliegue de las cadenas de valor. Unas actuaciones que, precisamente, no favorecerán esa recuperación tan esperada.
Laura dice
Gracias por sus artículos. Disfruto mucho leerlos. Solo que me parece que hacen un uso algo excesivo (e inadecuado) de la coma y eso en ocasiones dificulta la fluidez de la lectura. Gracias de nuevo.
Francisco Coll Morales dice
Hola Laura;
Muchas gracias por tu comentario, así como tu apreciación.
Trataré de corregir lo que comentas.
Un saludo de parte del equipo de Economipedia 🙂
Leonel garcia dice
muchas gracias por sus art.
Francisco Coll Morales dice
Hola Leonel;
Muchas gracias por tu comentario.
Nuestro mayor logro es el reconocimiento de nuestros lectores, pues son nuestra prioridad.
Un saludo de parte del equipo de Economipedia 🙂