Activo bancario
El activo bancario es el conjunto de elementos integradores del activo dentro del balance de un banco. Abarca aquellos recursos con los que la entidad realiza su actividad de negocio.
Dentro del balance de una entidad bancaria, el activo bancario supone la suma de múltiples elementos que conforman el activo de la misma.
Al mismo tiempo, se asume que esta configuración de activo también es aplicable a otro tipo de organizaciones económicas como son las cajas de ahorros, cooperativas de crédito o entidades financieras similares.
El activo bancario, reúne una extensa lista de partidas contables, generalmente especificadas y reguladas por la legislación de cada territorio en materia económica y contable.
Entre ellas, generalmente se encuentran distintos recursos con los que cuenta la entidad, como bienes y derechos en propiedad, y con los que tiene la capacidad de obtener rentabilidad.
Objetivo del activo bancario
El funcionamiento de la parte de activo en los bancos es realizado a través de las conocidas como operaciones de activo.
Las más destacadas dan sentido al modelo de negocio bancario, siendo el préstamo de dinero y la formación de carteras de inversión.
Es decir, se destina el activo a la realización de una determinada actividad económica y la obtención de ganancias, así como la infraestructura para su correcto desarrollo.
Elementos del activo bancario
La normativa económica una serie de elementos que son comunes para todos los activos de entidades bancarias y financieras, destacando los siguientes:
- Parte rentable del activo: Congrega aquellos elementos con los que el banco dirige y da sentido a su actividad económica.
De ahí que en dicha agrupación se encuentran la cartera de valores, que posee la organización, así como otros fondos invertidos en otras entidades o bancos centrales. Suelen ser denominadas como disponibles para su venta, y son una fuente frecuente de ingresos para la entidad.
También se incluye aquí toda la labor crediticia y prestamista de los bancos a familias y empresas como modelo de negocio, a través de múltiples formas de financiación. Habitualmente se conocen como inversiones crediticias.
- Parte no rentable del activo: Se centra en otros elementos con los que la entidad da soporte a la realización de su negocio. Integraría bienes de inmovilizado, inmobiliarios, instalaciones logísticas, así como equipos como maquinaria industrial y tecnológica. Importante destacar también que, aquí, se incluyen otros derechos como la propiedad industrial e intelectual.
- Parte de encaje: Esta parte está conformada por todos los depósitos y bienes en custodia que el banco atesora como servicio prestado a sus clientes. Si bien no se trataría de la parte íntegra de los mismos, ya que los bancos únicamente cuentan con reservas estipuladas por la ley.
Dicho lo anterior, se observa que esta clasificación atiende a razones de gestión y valoración, en sentido, de las distintas posibilidades de obtención de rendimientos de tipo económico futuros.