Metacognición
La metacognición se puede definir como el proceso de pensar sobre el propio pensamiento. Lo que nos ayuda a conocer y autorregular nuestros procesos mentales requeridos para lograr un aprendizaje adecuado.
Es decir, la metacognición nos permite tener una conciencia crítica sobre nuestro propio pensamiento. Por esa razón, en este proceso hacemos uso de la planificación, la codificación, y la evaluación de la comprensión y el desempeño de nosotros mismos. Es así como tomamos conciencia de cómo razonamos y cómo aprendemos.
En efecto, con la metacognición llegamos a tomar conciencia de lo que estamos aprendiendo. Además, de poder controlar y autorregular nuestro funcionamiento intelectual. En otras palabras, llegamos a conocer el proceso cognitivo que nos permite aprender a aprender. También, nos da la capacidad para evaluar nuestras habilidades, conocimientos y aprendizajes.
De esa forma, el ser humano es capaz de reflexionar sobre su propio pensamiento. Por lo tanto, el ser humano llega a saber y comprender cómo aprende. Cómo llegar a alcanzar determinados resultados. Cómo puede solucionar problemas ante las diferentes situaciones que se le presentan. Adicionalmente, llega a identificar cuál fue el camino que utilizó para obtener los resultados.
Sin duda, la metacognición es una herramienta esencial que no solo mejora el rendimiento académico, sino que también fomenta la autonomía y la autorregulación del aprendizaje. Es importante mencionar, que este concepto fue introducido por John Flavell en los inicios de la década de 1970. Luego de realizar una serie de investigaciones sobre el desarrollo de los procesos de la memoria. Específicamente, el término se empezó a emplear en el año de 1976, posterior a la publicación de su libro “The nature of intelligence” o La naturaleza de la inteligencia.
Conceptos importantes para entender la metacognición
Para poder comprender el proceso de la metacognición es necesario conocer los siguientes conceptos:
1. Autorregulación del aprendizaje
Ante todo, la autorregulación del aprendizaje es la capacidad que posee una persona para poder planificar, monitorear y evaluar su propio proceso de aprendizaje. Para ello es necesario poseer habilidades para establecer metas y objetivos claros de aprendizaje.
Así mismo, para poder seleccionar las estrategias y los métodos de estudio adecuados que mejor se adapten para alcanzar los resultados esperados. Se enfoca en la capacidad de regular y controlar el propio proceso de aprendizaje.
2. Conciencia cognitiva
Por otra parte, la conciencia cognitiva implica estar consciente de cómo es nuestro proceso de pensamiento y de qué manera se aprende. Lo que permite poder identificar las estrategias que funcionan mejor para aprender.
Adicionalmente, permite reconocer las áreas en las que necesitamos mejorar. La persona conoce y comprende su proceso cognitivo, reconoce los métodos de estudio más efectivos y evalúa su capacidad de aprender sobre determinados temas.
3. Análisis y evaluación
Ahora bien, el análisis y evaluación hace que las personas se vuelvan competentes para reflexionar sobre su propio progreso y desempeño. Teniendo la capacidad de analizar lo que ha funcionado bien y lo que no.
De esa manera, podrá realizar los ajustes convenientes. Lo que implica tener la capacidad para hacer los cambios necesarios con un mejor enfoque en el logro de los resultados de aprendizaje.
¿Qué beneficios obtenemos al aplicar el proceso de metacognición?
Naturalmente, el aplicar la metacognición tiene un impacto altamente significativo en la calidad y en la eficacia que se logra en el proceso de aprendizaje. Haciendo que las personas mejoren su rendimiento académico. Pero, sobre todo, promueve la autonomía, la adaptabilidad y el desarrollo de la persona.
Entre los principales beneficios podemos mencionar:
1. Optimiza el proceso de aprendizaje
Para comenzar, se mejora el rendimiento académico. Puesto que, los individuos logran optimizar sus métodos y estrategias de estudio para lograr mejores resultados en el proceso. Lo que permite un aumento significativo de sus calificaciones. Pero, lo más importante es que se consigue un proceso de aprendizaje más profundo y duradero.
2. Mayor autonomía y autorregulación
De igual forma, la metacognición hace que la persona esté consciente y se haga responsable de su propio proceso de aprendizaje. Dado que, al saber cómo aprendemos, podemos tomar decisiones más acertadas en cómo enfrentar un tema de estudio. Las personas se vuelven más independientes y eficientes al poder supervisar y controlar su propio proceso de aprendizaje.
3. Desarrollo de habilidades para la resolución de problemas
Igualmente, la metacognición nos ayuda a reflexionar sobre la forma cómo enfrentamos y resolvemos problemas. Lo que proporciona un mejor reconocimiento y manejo de las debilidades y fortalezas en las distintas áreas del aprendizaje. Beneficiando la capacidad para enfrentar y resolver problemas en diferentes campos y situaciones. Esta capacidad se extiende más allá del ámbito educativo y ayuda a enfrentar mejor los desafíos de la vida real.
4. Fomenta el pensamiento crítico
También, implica la capacidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Dado que, cada persona aprende a evaluar y mejorar sus estrategias cognitivas. Esto solo es posible si uno conoce su propio proceso de pensamiento. Lo que favorece una mejor adaptación para aprender diferentes tipos de contenidos en distintas situaciones.
5. Aumenta la motivación y la confianza
Efectivamente, las personas se sienten más motivadas al adquirir más confianza en la forma de enfrentar y superar los desafíos académicos y del aprendizaje en general. Puesto que, cada uno logra aplicar estrategias más efectivas en su proceso de aprendizaje. Lo que finalmente hace que la persona sienta un mayor impulso y seguridad en su manera de aprender. Pudiendo aprovechar al máximo su potencial y alcanzar un aprendizaje efectivo y duradero.
¿Qué se requiere para poner en práctica la metacognición?
Para aplicar la metacognición se necesita:
- Tiempo y esfuerzo adicional: Para aplicar la metacognición de forma efectiva se necesita tiempo y esfuerzo. Debido a que, se debe poder identificar y ajustar estrategias de estudio personalizadas y no utilizar un proceso estándar.
- Práctica y paciencia: El desarrollo de habilidades cognitivas requiere práctica y esfuerzo. Lo que supone una mayor dedicación, paciencia y tiempo para alcanzar buenos resultados. Al reflexionar sobre el proceso de aprendizaje, la persona podrá identificar las áreas que necesita mejorar.
- Autoconciencia y autodisciplina: La metacognición exige tener conciencia sobre el propio proceso cognitivo. Para poder aplicar por sí mismo las medidas de ajuste necesario en los métodos y estrategias de aprendizaje empleado. Implica seguir un proceso de prueba y error, hasta que resulte efectivo. Lo que puede ocasionar insatisfacción o frustración en el corto plazo. Sin embargo, en el largo plazo el aprendizaje es mejor.
Ejemplos y consejos de cómo aplicar el proceso de metacognición
Algunos ejemplos y consejos de cómo poder aplicar esta práctica de aprendizaje son:
- Establecer objetivos específicos y realistas antes de iniciar un tema de estudio: Por ejemplo, si te pones metas muy exigentes sobre temas que se te dificultan, te podrías frustrar por no poder alcanzar el resultado.
- Elegir estrategias de estudio que se ajusten a las necesidades y estilo de aprendizaje de cada persona: Por ejemplo, si aprendes mejor de forma visual, elabora esquemas y mapas mentales. De esa forma percibes mejor la organización y conexión de la información.
- Monitorear el proceso de comprensión del aprendizaje: Por ejemplo, si encuentras dificultad para entender un concepto, debes tomar más tiempo para comprenderlo. Incluso puedes buscar ejemplos o casos adicionales para aclarar las dudas, o bien la explicación de un experto.
Conclusiones sobre la metacognición
En conclusión, se puede decir que la metacognición nos ayuda a tomar conciencia de nuestra forma de aprender. Lo que permite que cada persona tome el control de su propio proceso cognitivo mediante la aplicación de métodos y estrategias efectivas. Lo que finalmente nos permite alcanzar un aprendizaje más significativo, profundo y duradero. Además, nos hace personas más independientes y responsables al momento de aprender. Sobre todo, nos permite maximizar nuestro potencial de aprendizaje.