Asignación de activos
- El proceso implica definir objetivos, cuantificar los recursos disponibles, establecer estrategias y seleccionar inversiones basadas en la rentabilidad deseada y con el menor riesgo posible.
- Las estrategias pueden ser dinámicas, tácticas o una combinación núcleo-satélite, adaptándose a los objetivos y el perfil de riesgo del inversor.
- Los activos para invertir se clasifican en tradicionales y alternativos. Incluyendo acciones, bonos, inmuebles o materias primas, entre otros.
¿Qué es la asignación de activos?
Una asignación de activos es la decisión que toma un inversor cuando estructura de su cartera. La diversificación de la cartera le permite buscar la máxima rentabilidad con el menor riesgo posible.
Asignación de activos: Explicación sencilla
Es decir, cuando invertimos, no es aconsejable hacerlo en un único tipo de activo. Por ejemplo, podemos comprar acciones, pero, a lo mejor, nos interesa también adquirir un local para alquilar. De esta forma, las posibles pérdidas de uno pueden compensarse con las ganancias del otro.
Por tanto, estamos hablando de un concepto económico relacionado con la diversificación. Así, cuando invertimos debemos hacerlo desde varias perspectivas, de manera que podamos obtener la mayor ganancia posible, arriesgando lo menos posible.
El proceso de asignación de activos
El proceso de asignación de activos es similar al que se pueda llevar a cabo en cualquier tipo de plan personal o de empresa.
- En primer lugar, ¿qué quiero conseguir? Este sería el objetivo principal. Por tanto, es nuestra meta también y nos permitirá saber que podemos hacer para llegar a ella. Eso sí, en este caso debemos utilizar un valor monetario.
- La segunda pregunta es ¿de qué dispongo para invertir? Tenemos que hacer unos sencillos cálculos. Primero, si disponemos de algún ahorro inicial y segundo, que cantidades mensuales podemos dedicar a esto.
- Ahora debemos preguntarnos ¿cómo lo vamos a conseguir? En este caso nos trazamos una estrategia para llegar a la meta. Aquí es cuando debemos decidir en qué invertiremos y el asesoramiento es primordial.
- Relacionado con lo anterior hay que pensar ¿qué rentabilidad quiero conseguir y qué riesgo estoy dispuesto a asumir? En función de la pregunta 3 y 4 elegiremos la cartera de inversión que mejor se adapte a nosotros. En este paso es donde se desarrolla la asignación de activos.
- Por último, la pregunta sería ¿a quién voy a contratar para mi cartera de inversión? Una vez tenemos claro qué queremos, cómo y en qué condiciones, hay que buscar la entidad financiera o bróker adecuado.
Estrategias de asignación de activos
Cuando decidimos sobre inversiones y su diversificación, conviene conocer los tipos de estrategias de asignación que podemos llevar a cabo.
- Asignaciones estratégicas y dinámicas: Su objetivo es similar en ambos casos, obtener una combinación óptima de activos que maximice la rentabilidad y minimice el riesgo. La diferencia es que la dinámica se va adaptando en el tiempo y la estratégica no.
- Asignación táctica: Esta se diferencia de las dos anteriores en que el inversor en ellas adopta un enfoque activo con el objetivo principal de una máxima rentabilidad
- Asignación núcleo satélite: En este caso, existe una vertiente principal, formada por una asignación de tipo estratégico y un satélite dinámico o táctico.
Recomendaciones en la asignación de activos
Veamos algunas recomendaciones en la asignación de activos, relacionadas con sus características particulares.
- Siempre debemos tener en cuenta que las rentabilidades pasadas no garantizan las futuras. Además, esto se puede extrapolar al tiempo. Una rentabilidad a corto plazo no tiene por qué mantenerse a largo plazo.
- A veces cambia nuestra percepción del riesgo cuando vemos que podemos obtener buenas rentabilidades. Debemos tener claro cuál es nuestro perfil inversor y guiarnos por él.
- En toda inversión, siempre existe la posibilidad de tener que esperar para vender porque el precio haya bajado. Ten esto en cuenta y utiliza dinero del que puedas prescindir un tiempo, en un momento dado.
- Por último, hay que hacer caso al dicho que reza que nadie da algo a cambio de nada. Una alta rentabilidad suele ir acompañada de un alto riesgo. Nunca debemos olvidar esta máxima económica.
Tipos de activos para invertir
Para terminar, veamos algunos tipos de activos en que podemos invertir y que podemos clasificar en dos grandes grupos.
Primero tenemos los tradicionales, que son los más conocidos y empleados. Entre los activos tradicionales podemos encontrar principalmente tres tipos:
- Acciones.
- Obligaciones o bonos.
- Efectivo o equivalente de efectivo.
Luego tenemos los alternativos. Estos son menos habituales e incluyen activos reales como:
- Inmuebles, ya sea a través de inversión directa o a través de vehículos como los REITs, las SOCIMIs o las FIBRAS.
- Materias primas
- También podemos invertir en derivados, arte, capital riesgo, criptomonedas, NFTs o hedge funds.
Por tanto, una buena asignación de activos suele incluir varios tipos de activos maximizar el riesgo y minimizar el coste. Normalmente los que mayor peso tienen, las acciones, los bonos, el efectivo y los inmuebles.
En Economipedia, queremos resolver todas tus dudas. Por eso, hemos recopilado las preguntas más frecuentes sobre este tema. Si no encuentras la respuesta que buscas, no dudes en dejarnos un comentario.
¿Qué es la asignación de activos en inversiones?: La asignación de activos se refiere a la estrategia de diversificar una cartera de inversión distribuyéndola entre diferentes tipos de activos para equilibrar el riesgo y la rentabilidad.
¿Cómo se realiza el proceso de asignación de activos?: El proceso incluye definir objetivos financieros, evaluar los recursos disponibles, establecer una estrategia de inversión, determinar la combinación de activos deseada y seleccionar la entidad financiera o bróker adecuado.
¿Cuáles son las estrategias de asignación de activos?: Existen estrategias estratégicas y dinámicas, asignación táctica y núcleo-satélite, cada una con objetivos y métodos distintos para maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo.