La desmaterialización en economía es un concepto basado en la sostenibilidad, que plantea la posibilidad de crecer con un menor uso de la energía, reduciendo la presión ambiental.
Este concepto plantea que hay períodos en los que existe una relación decreciente entre la tasa de variación del consumo de los recursos energéticos y la de crecimiento económico. Es decir, que en ciertos países se consigue producir más con menos.
Por ejemplo, un país que crece un 5%, según la tasa de variación del producto interior bruto (PIB), pero el consumo energético solo lo hace en un 3%, se estaría desmaterializando. Al contrario, uno que crece un 3%, pero la energía lo hace en un 5%, estaría consumiendo cada vez más recursos por unidad de producción.
La desmaterialización y el desarrollo económico
En 1990 aparece en la Scientific American un trabajo de Reddy y Goldemberg. En él ponen de manifiesto que aquellos países que tenían un desarrollo económico mayor consumían menos energía respecto al crecimiento de sus economías, medido este por el PIB.
Esta relación entre el crecimiento económico y el uso de las energías se conoce como intensidad material de una economía. De esta forma, el objetivo es conseguir que sea decreciente para que se produzca la desmaterialización de la economía.
Según este estudio, los países pasarían por diferentes fases. En primer lugar, empiezan con una relación mayor que uno, de manera que consumen más energía que su tasa de crecimiento. En este caso, el impacto ambiental es muy elevado.
Pero esta proporción se va reduciendo hasta conseguir el punto en que es menor que uno, cuando cambia la pendiente de la curva (forma de U invertida). Por tanto, en esta fase, los países consumen menos energía (en tasa de variación) respecto a su crecimiento económico.
Diversos trabajos parecían dar la razón a dicho estudio. Sin embargo, algunos de los análisis posteriores ofrecían resultados dispares. Al final, esta relación se daría en determinados supuestos, períodos históricos o dependiendo de la variable energética utilizada.
Relación entre PIB y energías en la desmaterialización
El uso de la energía se mide, entre otros, por el consumo directo de materiales (CDM). Por otro lado, la forma más habitual de medir el crecimiento económico (concepto diferente a desarrollo) es la tasa de variación de su PIB.
De esta forma, tenemos una fracción con el numerador (energía) y el denominador (PIB). Si su valor fuera mayor que uno, indicaría una mayor variación del consumo de energía respecto al crecimiento, si es menor que uno, sería al contrario y si es uno, ambos son iguales.
Para que se produzca la desmaterialización, la proporción debería ser menor que uno. De esta forma, se estaría consumiendo menos energía para crecer. Teniendo en cuenta que los recursos energéticos están relacionados directamente con el impacto ambiental, sería la situación ideal.
La desmaterialización y la curva ambiental de Kuznets
La desmaterialización guarda relación con la curva ambiental de Kuznets. Esta tiene forma de U invertida y compara el mayor crecimiento económico con un elevado deterioro medioambiental. Este último se puede reducir con un menor consumo energético, por tanto, la relación es clara.
Así, los países situados en la parte creciente de la curva consumirían más recursos en relación con sus tasas de crecimiento. Una vez se llega al máximo, cuando la curva cambia a una pendiente decreciente, estaríamos ante países que se desmaterializan y que contaminan menos.
Beneficios de la desmaterialización
Veamos algunos de los beneficios de la desmaterialización:
- Menor consumo de recursos. Al utilizar menos recursos, es positiva para el desarrollo sostenible. Si un país puede crecer con menos energía, tendrá un impacto menor en el medio ambiente.
- Cultura ecológica. Algunas ideas como el uso del transporte compartido o el ahorro de agua o electricidad se dan en mayor medida en países más desarrollados. Por ese motivo, este fenómeno puede ayudar a crear un hábito saludable entre los ciudadanos.
- Reciclaje. Al generarse menos residuos, el reciclaje y la gestión de los desechos se podría hacer de forma más eficiente.
- Costes de producción. Al usar de forma más responsable los recursos naturales, no solo se incide en su conservación, sino también en el abaratamiento de los costos de su uso.
- Reputación. Las empresas que implementen políticas de este tipo gozarán del apoyo de las administraciones públicas y de la comunidad.
Críticas a la desmaterialización
Veamos algunas de las principales críticas:
- La paradoja de Jevons. También llamada efecto rebote, puso de manifiesto que con el empleo más eficiente de los recursos también se daba un mayor consumo de estos en términos absolutos. De esta forma, acababan teniendo un elevado impacto ambiental.
- Consumo energético. Diversos estudios pusieron de manifiesto que en las economías modernas el consumo de energía es mayor, aunque su variación sea menor que su tasa de crecimiento. Esto concuerda con el punto anterior.
- Postulado de Khazzoom-Brookes. En este caso sucedía algo similar. Estos autores concluyeron que la eficiencia energética iba acompañada de un mayor consumo. Por un lado, al abaratar el precio, y por otro, por el propio incremento del crecimiento económico
Ejemplo de desmaterialización
Veamos un ejemplo con datos de 1970 a 2008 por continentes, e incluyendo algunos países a modo de ejemplo. Hemos calculado el consumo directo de materiales (CDM) para medir el consumo energético, y el PIB para el crecimiento económico. La desmaterialzación (D) será el cociente de ambos.

Podemos observar que, en el caso de los continentes, el dato agregado arroja una D menor que uno. Sin embargo, de los países elegidos solo Brasil tiene un valor mayor que uno. Podemos observar que los valores son muy dispares, con África o España próximos a uno o Reino Unido con valor negativo.
Por tanto, podríamos estar hablando de desmaterialización, pero a diferentes niveles. Quizá sería interesante plantear una serie de cuartiles para observar qué países tienen valores realmente bajos y cuáles pueden llegar al valor límite e incluso superarlo.