Economía de la Edad Moderna

La economía de la Edad Moderna se desarrolló entre los siglos XV y XVII. Se caracteriza por la agricultura, como principal actividad económica, la aparición del capitalismo, la creciente influencia de la burguesía y un incremento de las relaciones comerciales.

La Edad Moderna no solo trajo consigo acontecimientos como el descubrimiento de América o el Renacimiento. También significó grandes avances a nivel económico.

Así, la burguesía asumía un papel mucho más activo en la economía frente a la nobleza, o empezaban a aparecer los primeros elementos del capitalismo. Y es que, durante esta época histórica se empezaban a desarrollar grandes operaciones comerciales, surgían sociedades mercantiles, a la vez que se desarrollaban mecanismos de crédito.

Economía de la Edad Moderna: Preponderancia del sector primario

La agricultura continuaba siendo la gran actividad económica de la Edad Moderna. Gracias a la agricultura se generaba riqueza, los nobles podían disponer de unas rentas y también los Estados recaudaban impuestos gracias a los ingresos que generaba esta actividad.

En aquellos tiempos, la agricultura era extensiva, es decir, se dedicaban grandes áreas de terreno a un solo tipo de cultivo (monocultivo); que principalmente era el cereal. En cuanto a la propiedad de la tierra, continuaba concentrándose en la nobleza y en la Iglesia.

Ahora bien, la dependencia de una actividad como la agricultura sometía al pueblo a fuertes vaivenes. Así, la caída de la actividad agraria podía desembocar en escenarios muy convulsos a nivel económico y social. Esto podía ocurrir ante circunstancias meteorológicas desfavorables, lo que podía dar lugar a hambrunas.

El papel de la burguesía

Si la burguesía emergió en la Edad Media gracias al comercio, en la Edad Moderna va a adquirir un papel aún más importante. Estamos hablando de banqueros, propietarios de talleres textiles y armadores, entre otros. Sus préstamos contribuirían de manera decisiva en la consolidación de los nuevos Estados y en la financiación de los conflictos bélicos.

En vista de la cada vez mayor relevancia de la economía, los reyes llevaron a cabo medidas para gozar de un mayor poder económico. De este modo, se fortalecieron las relaciones con los banqueros que no solo sufragaron las guerras, sino que también financiaron grandes viajes de los exploradores.

El capitalismo mercantilista

La economía de la Edad Moderna se caracterizó por una gran expansión del comercio, no solo dentro de las ciudades, sino entre distintos países. Estados como España, Francia o Inglaterra fueron los grandes protagonistas, logrando una gran expansión comercial gracias a sus nuevas colonias y a los metales preciosos que llegaban desde las mismas. Así pues, se da una evolución del comercio de mercaderes a un capitalismo mercantilista, basado en la acumulación de riqueza.

De este modo, los Estados buscaban incrementar sus reservas de metales preciosos, mientras que el desarrollo de la banca y de los préstamos permitía dar un impulso a la economía. Por tanto, la prosperidad de una nación dependía del oro y la plata que poseyesen, por lo que, para ello, buscaban obtener una balanza comercial favorable, en la que las ventas superasen claramente a las compras.

Desarrollo de los instrumentos de crédito

Al amparo del mercantilismo y del creciente comercio internacional, aparecieron las primeras bolsas de valores y sociedades mercantiles. Pero hubo un elemento que cada vez tuvo más peso en la política y en la economía: la banca. Por ello, se desarrollaron nuevos instrumentos de crédito como:

  • La letra de cambio: Documento que obligaba a una persona o banco a pagar una deuda.
  • Pagaré: Documento que especifica una promesa de pago en un plazo de tiempo determinado.
  • Crédito: Recibir un préstamo permitía a un comerciante llevar a cabo su actividad económica y obtener una rentabilidad con la que lucrarse y devolver la cantidad prestada. Por su parte, los prestamistas recibían unos intereses sobre la cantidad prestada más allá de la buena o mala marcha del negocio.

Pensamiento económico en la Edad Moderna

Un periodo histórico tan extenso como la Edad Moderna dio lugar a diversas corrientes de pensamiento económico. Entre ellas hay que destacar fundamentalmente tres: el mercantilismo, la fisiocracia y el liberalismo.

  • Mercantilismo: Defiende la acumulación de metales preciosos para obtener riqueza. Para ello, será fundamental impulsar el comercio nacional de manufacturas y proteger la economía del exterior mediante el establecimiento de aranceles. También se caracteriza por una importante intervención del Estado en la economía.
  • Fisiocracia: La tierra es la gran fuente de riqueza y prosperidad. Por tanto, la agricultura será la gran actividad económica. Su mayor exponente fue el economista francés François Quesnay, quien también era partidario de una gran libertad económica (el llamado laissez faire), por lo que la intervención del Estado debía ser mínima.
  • Liberalismo: De la mano del célebre economista Adam Smith surgió el liberalismo. Así, la ley de la oferta y la demanda determina los precios, al tiempo que se hace necesario un equilibrio entre producción, salarios, precio y consumo. Para ello es fundamental que exista competencia entre los oferentes y que el Estado se limite a actuar como garante del buen funcionamiento de la economía de libre mercado.

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David López Cabia , 07 de septiembre, 2021
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