Efecto base
El efecto base es aquel que se produce cuando elegimos bases diferentes para comparar datos temporales o transversales, teniendo como resultado valores diferentes, y que por tanto, se pueden interpretar de forma incorrecta.
Explicado de manera sencilla, este efecto se produce cuando decidimos cómo vamos a comparar datos. La elección de una base de referencia es esencial, ya que permite comparar los datos con una lógica razonada. Si escogemos mal, lo más probable es que al comparar cometamos un error.
Un ejemplo sería cuando el precio de un producto que es de 100 dólares, baja a 50 en un período de tiempo. A priori podemos decir que se ha reducido un 50% porque tomamos como base para comparar esos 100 dólares de la subida. El cálculo es el siguiente:
[(50/100) -1] = 50%.
Ahora, supongamos que el precio vuelve a su sitio inicial. Es decir, sube de 50 dólares a 100 dólares. Podríamos erróneamente pensar que la subida es del 50% al igual que fue la caída. Pero en este caso, como la base que utilizamos para calcular la caída son los 50 dólares de punto de partida, podemos comprobar que ha aumentado el 100%, desde 50 hasta 100 dólares. Puesto que la base esta vez es 50 dólares. El cálculo es el siguiente:
[(100/50) -1] = 100%
Por tanto, vemos que la subida ha sido superior a la bajada al comparar utilizando bases diferentes.
La inflación, el PIB y los cambios de base
La inflación es una subida continuada de los precios, medida por un parámetro como el Índice de Precios al Consumo (IPC). Normalmente, la anual se compara con su equivalente del año anterior y lo mismo sucede con la mensual, usando para hacerlo las tasas de variación.
Esta variable se ve muy influenciada por el efecto base. No es lo mismo comparar cuando en la base su valor era anormalmente alto o bajo que si este fue más o menos moderado. Lo mismo sucede si en vez de comparar con el año anterior lo hacemos sobre dos años o más.
Por su parte, el PIB nominal de un país es un indicador del crecimiento económico, que no debemos confundir con el desarrollo. Por tanto, nos indica la variación de la producción de bienes y servicios en un período, valorados estos a los precios de ese período.
El PIB tiene una clara relación con la inflación, ya que esta le afecta incrementando su valor y desvirtuando la interpretación. Para evitarlo se calcula el PIB real que no tiene en cuenta el efecto de los precios porque utiliza una base fija (un año determinado) como referencia.
El efecto base en las inversiones
En épocas de crisis hay una tendencia de los bancos centrales a realizar políticas expansivas que, a su vez, van a alimentar la inflación. Estas medidas se toman precisamente para evitar el efecto contrario o deflación.
Este fenómeno es conocido como reflaction (reflación), acuñado por Irving Fisher en 1929. Pues bien, existe otro término relacionado con el anterior reflaction trade y nos indica en qué activos financieros conviene invertir con tensiones inflacionistas.
Así, la tendencia es a hacerlo en renta variable y no fija, sobre todo porque estas políticas expansivas hacen bajar los tipos de interés. De esta forma, los dividendos de las empresas pueden aportar mayores rentabilidades al inversor.
Un ejemplo sería la pandemia de la COVID-19 y el confinamiento mundial llevado a cabo en el año 2020. Las políticas expansivas de los diferentes bancos centrales en 2021, para salir de la recesión, provocaron tensiones inflacionistas. En previsión, los inversores se refugiaron en la renta variable.
Ejemplo de efecto base
Veamos, para terminar, un ejemplo de este efecto estadístico con un país ficticio. Los datos, a modo de ejemplo y exagerados para ver el efecto claramente, son el PIB nominal, el PIB real, el IPC y las tasas de variación de los dos primeros.
Si observamos la imagen, vemos que el PIB nominal en el año 2 creció un 50% y en el 3 un 100%, teniendo en cuenta las subidas de precios que muestra el IPC. Descontando estas en el PIB real, vemos que no era para tanto, siendo la subida de algo más del 40% y del 75% respectivamente.
La diferencia en este ejemplo con datos extremos puede no parecer mucha, pero imaginemos el PIB nominal de un país como España, que es de algo más del billón de euros. Vemos que el efecto base es más que relevante a la hora de comparar datos.