Secesión
La secesión es un acto mediante el cual una parte del territorio y de su población se separa del país al que pertenece.
La secesión es un acto o proceso impulsado por una parte de la población de una región o de un país. Este acto busca la separación política del nuevo territorio, pudiendo así actuar con plena independencia respecto a la nación de origen, ya que se constituiría un nuevo país.
Secesión es un término muy utilizado últimamente en países como España. Pero, ¿sabemos exactamente su significado y la diferencia con otros conceptos similares?
Hasta ahora entendemos que se trata de que un territorio y su población buscan separarse y establecer un nuevo Estado independiente. Pero hay otras cuestiones interesantes: cómo la recoge el derecho, diferenciación con la independencia o su relación con la rebelión y sedición.
¡Veamos!
La secesión y el derecho
En el derecho internacional, el respaldo legal que posee la secesión es el derecho de autodeterminación. Este lo encontramos en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos de 1966, aprobado por las Naciones Unidas.
Este pacto, en su artículo primero, destaca que “todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación”. Teniendo derecho, también, a disponer de sus propios recursos y a la riqueza derivada de los mismos. Ahora bien, la ONU, para que esto no supusiera un descontrol y pudiera amenazar la integridad de cualquier territorio, estableció una serie de límites.
El derecho es válido cuando se trate de un territorio colonizado. Es decir, se permite la autodeterminación en aquellos territorios que estén bajo dominación colonial. O también bajo ocupación bélica. Aunque hay que señalar que no habría secesión, ya que nunca hubo unión real ni voluntaria entre el Estado colonizador ni el colonizado. Simplemente habría independencia.
Otro supuesto válido es en caso de violación de los derechos humanos. Si un territorio está sufriendo esta situación, sí está legitimado a realizar un proceso secesionista.
En esta línea, la ONU también ha señalado que no cabe cualquier proceso que atente contra la soberanía y unidad de cualquier Estado legalmente constituido.
Por otro lado, al margen del derecho internacional, las propias constituciones nacionales señalan la inviabilidad de los procesos secesionistas. Por ejemplo, la constitución del Perú señala, en su artículo 43, la indivisibilidad de su territorio. El artículo 2 de la Constitución mexicana recoge que “la Nación Mexicana es única e indivisible”. Y así podríamos seguir con un gran número de países.
Diferencias entre secesión e independencia
Estos términos pueden ser utilizados como sinónimos, puesto que su significado puede confundir, pero es necesario establecer su diferenciación.
La secesión implica que un territorio quiera separarse de otro al que ya estaba unido previamente de forma legal y legítima. Es decir, de repente, una región que tradicionalmente ha pertenecido a un territorio integrado quiere separarse. Como ejemplo más importante tenemos la Guerra de Secesión de Estados Unidos.
Por el contrario, la independencia no necesita esta premisa.
El territorio que busca la independencia no ha estado nunca ligado a su invasor. Como mencionamos en el apartado anterior, este es el caso de territorios bajo presencia extranjera. Fue el caso del conflicto entre España y la Francia de Napoleón; o las llevadas a cabo contra el Imperio Español en suelo latinoamericano.
Diferencias entre secesión, sedición y rebelión
Estos conceptos también pueden ser motivo de confusión, ya que cuando aparece una noticia relacionada solemos escuchar o leer todos ellos.
Así, podemos sentenciar que la secesión es un fin y la sedición o la rebelión el medio para conseguirla.
Ahora bien, la sedición y la rebelión se diferencian en el nivel de gravedad o intensidad de los actos realizados para obtener la sedición. Está regulada en el propio código penal de cada país. El delito de rebelión es más grave, asumiendo así penas mayores para sus infractores.
Guerra de secesión
El gran ejemplo de secesión lo encontramos en la llamada Guerra de Secesión de los Estados Unidos (1861-1865). Aunque más bien se trata de un caso fallido.
Se trata de una guerra civil protagonizada por dos bandos, los Estados del norte y los del sur. El motivo principal era el conflicto generado por el tema de la esclavitud, aunque también agravado por las diferencias económicas y sociales entre ellos.
Los norteños defendían la abolición, mientras que los sureños afirmaban la necesidad de mantenerla debido a sus ventajas económicas. Los Estados del sur abandonaron la Unión, estableciéndose como los Estados Confederados de América. Con ello, se adueñaron de numerosas posesiones de la Unión y presionaron a Lincoln para firmar un acuerdo de separación.
Lincoln se mostró totalmente en contra de la secesión y contra la propuesta esclavista, lo que desembocó en la guerra civil que hoy conocemos. Guerra que se saldó con la victoria de la Unión en 1865.