Sector financiero
El sector financiero es un sector económico formado por el conjunto de entidades que ofrecen servicios financieros.
Cada sector está especializado en la producción de un determinado bien o en la oferta de un servicio. Por ejemplo, el sector de la agricultura es aquel que tiene que ver con toda la producción de verduras, hortalizas, frutas, cereales, etc.
En contraste, el sector financiero se encarga de todo lo relacionado con los flujos de dinero. Por ejemplo, ofrecer préstamos personales, canalizar el ahorro, ofrecer servicios relacionados con la bolsa de valores, los seguros, las hipotecas, etc.
En definitiva, el sector financiero engloba a diferentes entidades que ofrecen algunos de los servicios mencionados anteriormente. Al contrario de lo que muchas personas creen, el sector financiero no está formado sólo por los bancos o las gestoras de fondos de inversión. En él se incluyen muchas empresas que ofrecen servicios relacionados con las finanzas.
Relación entre sector financiero y sistema financiero
Por expresarlo con otras palabras, el sector financiero son las empresas que forman parte del sistema financiero. Como indica nuestra definición de sistema financiero, este está formado por entidades financieras, activos financieros, instituciones gubernamentales, dinero, ahorradores (oferentes) e inversores o consumidores (demandantes).
El objetivo del sistema financiero en su conjunto es canalizar el ahorro (dinero ocioso) hacia demandantes de dinero (inversores o consumidores). Para ello, se hace necesario que existan activos financieros adecuados, instituciones gubernamentales fuertes y entidades financieras que faciliten todo lo anterior. Son estas últimas, las empresas que constituyen el sector económico.
Además, dado que lo que se ofrecen son servicios, este sector es un subsector de otro más grande: el sector terciario o sector servicios.
¿Por qué es importante el sector financiero?
El sector financiero es importante puesto que hace posible que el dinero fluya por la economía. Imagina que no existieran las compañías que se dedican a conceder préstamos. Tendríamos que contactar con personas dispuestas a prestarnos dinero. Imagina también que necesitas 10.000 dólares. Puede que una nos preste 3.000, otra 500, otra 2.000 y así hasta llegar a 10.000 dólares.
Una compañía que se dedica a conceder préstamos (por ejemplo un banco) lo que hace es ofrecer una rentabilidad a los ahorradores (oferentes) y prestar ese dinero a los inversores o consumidores (demandantes). Aunque debes cumplir una serie de criterios para que te concedan el préstamo, facilita esa búsqueda de capital.
¿Cómo lo consiguen? Incentivando a los ahorradores. Por ejemplo, de forma muy simple, le pagan al ahorrador un 1% anual y luego prestan ese dinero al 3%. La diferencia (2%) es lo que gana la entidad financiera en esa operación.
No obstante, vale la pena destacar que la realidad es mucho más compleja. Entran en escena los bancos centrales, los diferentes activos financieros u otras compañías que no solo ofrecen préstamos y depósitos bancarios. Sin embargo, es un ejemplo ilustrativo del sector financiero.
Otro ejemplo de empresas que se dedican al sector financiero son las gestoras de fondos de inversión. Estas compañías lo que hacen es captar dinero para gestionarlo y rentabilizarlo.
Por ejemplo, Juan tiene 5.000 dólares y no sabe qué hacer con ellos. Cree que invertir para rentabilizar ese dinero es una buena opción. Una alternativa a introducir esos 5.000 dólares en un depósito bancario o invertirlos por su propia cuenta, es contratar los servicios de una gestora. La gestora introduce el dinero en un fondo de inversión y toma decisiones en base a su estrategia. Por ese servicio, la gestora cobrará una serie de comisiones que pagará el partícipe (Juan).