¿Cómo construir un fondo de emergencia?
Un fondo de emergencia o colchón de seguridad puede servirte para que esos gastos imprevistos no se conviertan en una pesadilla. En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ellos.
Imagina esta situación, aparcando el coche en tu garaje comunitario, lo acabas rayando en una de esas columnas que no sabes de dónde han salido. Pero lo peor es que tu seguro solo cubre daños a terceros. Vas al taller a preguntar cuánto te va a costar reparar esto y te dicen que 1.000$.
¿Ahora qué? ¿De dónde vas a sacar el dinero para pagarlo?
O bien pides un préstamo o dejas de comer para poder pagar el arreglo del coche. Ninguna de las dos opciones es recomendable, por lo que te voy a proponer una solución: Fondo de emergencia.
¿Y esto qué es? Vamos a verlo.
¿Cómo funciona un fondo de emergencia?
Un fondo de emergencia supone tener un dinero ahorrado para poder afrontar situaciones imprevistas sin comprometer tu salud financiera. ¿Fácil no? Pues bien, la mayor parte de la gente no lo tiene. Y eso es como dar un salto en paracaídas sin paracaídas, daño asegurado.
Pero ojo, su nombre lo indica claramente, es solo para emergencias, no para otro tipo de gastos. El dinero que tengas aquí depositado no lo puedes gastar, por ejemplo, en la compra de un coche o de muebles del hogar, sino para gastos imprevistos.
Para poder hacerlo bien, sin que desestabilice tu economía, este fondo lo tienes que ir construyendo con aportaciones periódicas. Además, debes conocer la cantidad óptima de fondo de emergencia.
Por tanto, lo que define a esta forma de ahorro es que, en este caso, no buscamos una rentabilidad, como podría ser el caso de un fondo de inversión. En él estamos dispuestos a inmovilizar el dinero un tiempo sin ningún tipo de interés, simplemente por seguridad.
Otra cuestión que debes tener en cuenta es la liquidez. Piensa que necesitarás el dinero de forma inmediata y, por tanto, debe estar disponible para ti. Con esto en mente, lo mejor es que abras una cuenta corriente o un producto similar.
Sobre todo, quiero recordarte de nuevo que no puedes gastarlo más que en algo necesario que surja de un imprevisto. Ten en cuenta que para otros tipos de gastos tienes productos financieros más adecuados.
Un fondo de emergencia te permitirá dormir tranquilo sabiendo que, si pasa algo que te suponga un gasto, tendrás dinero para afrontarlo.
Resumiendo, quizá sea el momento de plantearte dedicar ciertas cantidades de tus ingresos a crear un fondo de emergencia. Porque ninguno es adivino, y eso nos obliga a estar lo más preparados posible ante imprevistos. Pero veamos por qué debes tenerlo.
Por qué debes tener un fondo de emergencia: Objetivos
Si quieres crear un fondo de emergencia y no quedarte en el intento, tienes que tener unos objetivos claros. El fondo de emergencia lo tienes que crear con constancia, y para eso tienes que tener claro cuáles son sus beneficios:
- Conseguirás ahorrar. Si automatizas el traspaso mensual de tu cuenta corriente a tu fondo de emergencia el mismo día que recibes la nómina, será mucho más fácil construirlo.
- Le aportarás estabilidad a tus finanzas personales. El fondo de emergencia va a evitar que utilices parte de tus ahorros en un gasto imprevisto o por una falta de ingresos. Así no se desestabilizarán tus finanzas personales y podrás seguir tu vida con normalidad.
- Evitarás tirar dinero. Si no tienes dinero para una emergencia, tendrás que pedirlo prestado, y esto en la mayoría de los casos te va a salir caro.
- Protección. Por supuesto, tendrás la tranquilidad de saber que si sucede algo estás bien preparado. Eso te permitirá dormir tranquilo.
Por todos estos motivos y porque no eres adivino para saber cuándo surgirá un gasto imprevisto o te despedirán del trabajo, crear un fondo de emergencia es algo de lo que no te vas a arrepentir. De hecho, es probable que recuerdes alguna situación en que te hubiera gustado tener uno.
Ahora te voy a explicar cómo hacerlo y te voy a dar los detalles a tener en cuenta.
¿Cuál es la cantidad ideal del fondo de emergencia?
Si vas a hacerlo, hay que hacerlo bien. También debes tener claro cuál es la cantidad de dinero adecuada que debes tener en tu fondo de emergencia. Antes de nada, ten en cuenta que el tiempo que puede llevarte conseguir acumular una cantidad adecuada puede ser largo. Por tanto, en la construcción de un fondo de emergencia, la paciencia es una gran aliada.
Lo que se suele aconsejar es una cantidad aproximada de entre 3 y 6 veces el salario o los gastos imprescindibles de cada mes. Aunque esto va a depender de algunos factores relacionados con tu persona y tu entorno.
Si quieres calcularlo por medio de tu salario, este es el método más sencillo, ya que las nóminas suelen ser similares cada periodo. Por ejemplo, si tus ingresos son de unos 1200 dólares al mes, necesitarías un fondo de entre 3600 (3 meses) y 7200 dólares (6 meses).
Para calcularlo con el otro método, te recomiendo que contabilices los gastos de un período concreto. Por ejemplo, entre tres y seis meses. Aquí debes ser detallista, es decir, analiza e incluye todos los gastos que has tenido en el último periodo.
Por tanto, tendrás que valorar el alquiler o hipoteca, la electricidad, el teléfono y otros suministros, así como gastos en comida, ropa, etc. No olvides ninguno de ellos.
Dependiendo de tu situación personal, este cálculo te dará un resultado más grande o más pequeño. Al ser una estimación, conviene ampliarlo o reducirlo teniendo en cuenta los siguientes factores:
- Estabilidad de tus ingresos. Es decir, si tus ingresos provienen de nóminas y son similares cada mes o dependen de otros factores. En este caso, no tengas en cuenta los ingresos extraordinarios, sino los habituales. A mayor estabilidad, menor será la cuantía del fondo que necesitas constituir.
- Posibilidad de recibir ayuda familiar. En este caso, tu fondo de emergencia deberá ser mayor cuanto menor sea la probabilidad de tener que recibir ayuda de tus familiares en caso de necesidad.
- Capacidad de reducir gastos. Ahora debes preguntarte cuál es tu capacidad de reducir gastos. Es interesante que los clasifiques entre fijos y variables. Esto te hará ver cuáles de ellos son prescindibles. Cuantos más gastos fijos tengas que contabilizar, mayor tendrá que ser tu fondo de emergencia.
- Personas a tu cargo. Como es lógico, si solo tienes que mantenerte tú, tu fondo será menor que si hay personas que dependen de ti, en cuyo caso es recomendable que lo amplies.
A la hora de hacer la estimación final, tienes que saber cuánto riesgo estás dispuesto a asumir. Porque a mayor nivel, menor cantidad necesitarás ahorrar.
Si eres poco arriesgado, tienes personas a tu cargo, no es posible que te ayuden tus familiares y tus ingresos son inestables, lo recomendable es que lo incrementes, al menos, en un 25%. En caso contrario, puedes reducirlo en esa cantidad.
De esta forma, si tenías calculados unos 6.000 dólares, es mejor que ahorres unos 7.500 dólares, en el primer caso, o unos 4.500 dólares en el segundo. A partir de esta premisa, puedes decidir tu porcentaje para tu fondo de emergencia.
Crea tu fondo de emergencia paso a paso
Ya sabes qué cantidad tienes que ahorrar, por lo que toca ponerse en marcha. La pregunta ahora sería ¿Cómo creo mi fondo de emergencia? Yo te recomiendo seguir estos sencillos pasos para que no te suponga un esfuerzo:
- Ya has calculado cuánto dinero necesitas tener dentro de este fondo de emergencia. Por tanto, este va a ser el objetivo que vas a perseguir.
- En segundo lugar, debes averiguar cuánto dinero podrás traspasar a tu fondo de emergencia cada mes. Esto depende de tu capacidad de ahorro, pero la horquilla recomendable está entre un 10% y un 20% de tus ingresos mensuales. Para poder cumplir con esto a rajatabla, lo más cómodo es que des a tu banco una orden periódica permanente.
- Ahora es el momento de estimar el tiempo que te llevará obtener la cantidad ideal. Es una sencilla regla, si cada mes ingresas una cantidad determinada, por ejemplo 100 dólares y necesitas un montante total de 10.000 dólares, divides 10.000/100 y tendrás 100 meses.
- Por último, tendrás que elegir un producto financiero adecuado en el que depositar tu dinero. Esto te lo explicamos de forma detallada a continuación.
El mejor producto financiero para tu fondo de emergencia.
Un producto financiero adecuado para tu fondo de emergencia debe cumplir una premisa básica y es ser totalmente líquido. De poco sirve tener el dinero en un fondo de inversión, por ejemplo, si necesitas pagar una factura inmediatamente y no puedes retirar el dinero.
Por ese motivo, las cuentas de ahorro o los depósitos a corto plazo son una buena opción. Es cierto que no ofrecen rentabilidad para tu dinero, pero tu objetivo no es ese, sino tener un dinero disponible en todo momento para imprevistos.
Otro producto interesante son los depósitos a plazo fijo. A pesar de que tienes por contrato mantener tu dinero en ese producto durante un determinado periodo de tiempo, son líquidos porque puedes recuperarlo en cualquier momento, pero dependiendo de las condiciones pueden incluir una penalización. Insisto esta penalización suele ser pequeña, pero infórmate bien para no llevarte sustos.
También podemos incluir la opción de las letras del tesoro a corto plazo. Es decir, invertir parte de tu fondo de emergencia en bonos de muy corto plazo (que se llaman letras). Aunque aquí lo recomendable es depositar menos del 100% de tu fondo en este producto, una parte solamente.
Otra pregunta que podrías plantearte es ¿Lo creo en mi banco o en otro? Esto dependerá de ti y de si prefieres tenerlo todo centralizado o trabajar con varias entidades, ya que los productos ofrecidos serán similares.
Ahora bien, si tu banco o cualquier otro ofrece una de esas cuentas promocionales, quizá sea el momento de plantearse abrir una de esas. Suelen estar remuneradas con un interés elevado, aunque por cortos períodos de tiempo, por ejemplo, uno o dos años.
Concretando, el dinero de tu fondo de emergencia tiene que estar en un producto financiero seguro y que sea fácil de rescatar en cualquier momento. No busques altas rentabilidades porque eso va asociado a un mayor riesgo.
Diferencia entre un fondo de emergencia y uno de contingencia
La diferencia entre un fondo de emergencia y uno de contingencia es la misma que hay entre reparar tu frigorífico y sobrevivir unos meses sin ingresos.
Como te hemos mostrado, el fondo de emergencias es para afrontar situaciones como quedarse sin ingresos. En cambio, el fondo de contingencia es para gastos imprevistos como reparar tu frigorífico. Es decir, el segundo es para gastos de menor importe.
Una contingencia es algo imprevisto que sucede en un momento dado que hay que solucionar. Sin embargo, sigue pareciéndose al de emergencia, ya que este también se basa en problemas que suceden de repente.
Pero si te fijas, son muy diferentes. Cuando creamos un colchón financiero buscamos una seguridad ante un futuro incierto. Por eso, cuando hablamos de fondos de emergencia, los importes suelen ser elevados. Ten en cuenta que sobrevivir sin ingresos un mes puede suponer mucho dinero.
Cuando buscamos cubrir posibles contingencias, hablamos de gastos de pequeño importe, pero que, si no podemos asumirlos, deberemos recurrir a tarjetas de crédito o préstamos y esto tiene un coste financiero elevado.
Por este motivo, los valores recomendables del fondo de contingencia podrían estar entre 1.000 y 2.500 dólares, para poder comprar un buen frigorífico.
¿Conviene que tenga los dos? Pues depende de ti, pero hoy en día, con las cuentas sin comisiones, es fácil tener ambos y, además, separados de tu cuenta principal. Por tanto, cada uno está diferenciado.
¿Qué relación hay entre la educación financiera y tu fondo de emergencia?
Te hemos hablado de gastos imprevistos, cuentas remuneradas y puede que todo eso te suene a chino. No te preocupes, la economía es, en muchas ocasiones, la gran desconocida. Por eso, la educación financiera puede ayudarte, no solo en este caso, sino en toda tu vida.
Crear un fondo de emergencia es sencillo, el presupuesto lo hace una hoja de cálculo, con tu ayuda claro. La cuenta corriente es un producto habitual que todo el mundo conoce y dar una orden permanente no debería suponer un problema.
Así, con la educación financiera podrás entender mejor los conceptos que se manejan en finanzas. Por ejemplo, la Tasa Anual Equivalente o TAE, que se utiliza para comparar productos financieros.
Además, cuando te decimos que no dediques este dinero a un fondo de inversión es porque en caso de querer recuperarlo, puedes incurrir en pérdidas. El conocimiento económico te ayuda a entender cómo funcionan.
Si quieres seguir aprendiendo acerca de finanzas personales, te recomendamos que veas este curso del Campus de Economipedia.
Curso de ahorro y finanzas personales para no financieros
Resumen: Crea tu fondo de emergencia y duerme tranquilo
Vamos a terminar resumiendo todo lo que hemos visto en esta guía. Tener las ideas claras a la hora de crear un fondo de emergencia es muy importante. Te doy las ideas clave:
- Es un fondo para imprevistos, no es un ahorro, es un salvavidas.
- Debes emplear el fondo de emergencia cuando te quedes sin ingresos o cuando tengas que hacer frente a un gran desembolso para que tu vida siga con normalidad. Por ejemplo, que te despidan del trabajo o tengas que comprar un nuevo coche.
- Va a evitar que te endeudes en momentos complicados, ya que esto puede agravar la situación.
- Tienes que hacer tres cálculos muy importantes:
- Cantidad adecuada para tu fondo de emergencia.
- Cuánto puedes aportar cada mes.
- Tiempo de duración de la creación del fondo.
- Elige un producto financiero que se adapte perfectamente a tus necesidades. Recuerda que lo más importante para ti es la liquidez.
Por último, la educación financiera puede ayudarte a entender mejor los conceptos que debes conocer de un fondo de emergencia. Sobre todo, te ayudará a tener unas finanzas personales más sanas con que te permitan disfrutar de una mayor calidad de vida.