En los últimos años las noticias de la prensa económica en Sudamérica parecían estar marcadas (aunque con excepciones) por una mayor preocupación por el equilibrio presupuestario, la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, la reducción de la inflación y la recuperación de la libertad económica.
Todas estas cuestiones han estado tradicionalmente ligadas a escuelas económicas como la monetarista, pero la irrupción del COVID-19 parece haber cambiado el panorama por completo.
La respuesta de los gobiernos en Sudamérica a la crisis económica y sanitaria ha disparado las previsiones de endeudamiento con las que se contaba a principios de 2020. En este contexto, las autoridades de la región se enfrentan a un difícil dilema: lanzar planes de estímulo para contener el impacto de la recesión y verse hipotecadas durante los próximos años o mantener el equilibrio presupuestario y dejar que el sector privado solucione sus problemas sin apoyo público.
Las ideas keynesianas, de esta manera, vuelven a estar en el centro del debate.
Un continente con economías y soluciones diversas
Como siempre ha ocurrido en el continente sudamericano existe una gran diversidad de realidades económicas entre países, aunque en este caso todos tienen previsto aumentar su endeudamiento. En este sentido el caso más paradigmático es quizás el de Brasil, cuya deuda pública se espera que llegue al 100% del producto interior bruto (PIB) a finales de 2020.
En este país, uno de los más afectados por la pandemia en número de víctimas, el PIB cayó un 11,4% interanual al finalizar el segundo trimestre del año y en consecuencia también se han desplomado los ingresos públicos. Los gastos han crecido con fuerza, no sólo por las necesidades sanitarias de la población sino también por los nuevos planes sociales (como una renta mínima de 600 reales al mes). El resultado ha sido un aumento del déficit público, lo que repercutirá directamente en mayores niveles de deuda.
Otro país que tiene previsto endeudarse en una proporción similar es Ecuador, donde el gobierno ha estado negociando un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir ayuda financiera. En este caso, de forma similar a lo que ocurre en Colombia, no se han puesto en marcha grandes planes de estímulo en forma de gasto público. En su lugar, el Estado ha garantizado avales para las empresas que soliciten líneas de crédito.
Por el contrario, el gobierno de Perú ha lanzado el programa de gasto más ambicioso de la región. Contando con un 4,6% del PIB, planes como Arranca Perú buscan crear puestos de trabajo a través de la construcción de obras públicas. Si a estas medidas se suman los avales del Estado a créditos solicitados por empresas (plan Reactiva Perú) y las prórrogas de impuestos, el monto total de los estímulos podría llegar a un máximo del 20% del PIB.
Relanzando la economía
La lógica de estos programas, que como hemos mencionado se están aplicando en numerosos países de la región, se basa en que una caída tan abrupta del PIB exige medidas de recuperación igualmente drásticas. La fórmula elegida suele ser un plan de obras de infraestructura financiadas con deuda pública que puedan beneficiar a diversos sectores y a lo largo de toda la geografía de cada país.
El efecto buscado es que la construcción de estas obras públicas haga crecer la demanda agregada, lo cual reactivaría la actividad económica creando nuevos puestos de trabajo. A su vez, el gasto en salarios y materiales tendría un efecto expansivo ya que las empresas y trabajadores beneficiados aumentarían su consumo en otros sectores de la economía.
La estrategia pasa, en este sentido, por dar un impulso adicional a la demanda agregada que a su vez estimule la oferta, un fenómeno conocido como multiplicador del gasto público. Cabe recordar que estas ideas de inspiración keynesiana tuvieron una gran popularidad durante la Gran Depresión de los años 30, y llegaron a su máxima expresión con el New Deal en Estados Unidos.
Los propios partidarios de estos planes de estímulo reconocen que su aplicación podría profundizar aún más los desequilibrios presupuestarios del Estado y trasladar el coste a las generaciones futuras a través de la deuda pública. Sin embargo, suelen sostener que la prioridad es recuperar el PIB lo antes posible, dado que una economía fortalecida tendrá más capacidad para afrontar el pago de la deuda aunque ésta sea más elevada.
La lógica del ajuste
Por el contrario, los detractores de estas medidas consideran que su efectividad es muy limitada por dos razones. En primer lugar, el hecho de emitir deuda pública hoy supondría más impuestos en el futuro (o recortes del gasto público) y de esta forma se reduciría la renta disponible del sector privado a largo plazo, ralentizando la recuperación.
En segundo lugar, la reactivación artificial de los sectores más directamente beneficiados no respondería a las necesidades reales de los consumidores. Esto significa que cuando los programas hayan acabado se despediría a los trabajadores y la economía volvería a su situación inicial.
Este punto de vista suele preferir una recuperación más basada en la Ley de Say, es decir donde los empresarios reajustan su producción a los nuevos patrones de demanda. De esta manera los nuevos puestos de trabajo creados serían más sostenibles ya que estarían dirigidos a necesidades reales de los consumidores en lugar de a proyectos temporales.
Políticas de oferta
No obstante, para que una reactivación de este tipo sea factible suele ser necesaria una gran flexibilidad de los factores de producción, lo que significa entre otras cosas una política de bajos impuestos, respeto a la propiedad privada y desregulación de la actividad económica y las relaciones laborales. Como hemos comentado en artículos anteriores, la capacidad de respuesta de una economía para adaptarse a los cambios producidos por un shock de oferta puede ser fundamental.
Naturalmente este enfoque tampoco está exento de objeciones, como los desfases presupuestarios que a corto plazo podría suponer una rebaja de impuestos. Otro aspecto problemático suele ser que si las empresas no consiguen readaptarse con rapidez el desempleo podría consolidarse en tasas excesivamente altas. Todo ello sin contar con la cuestión siempre polémica sobre las consecuencias sociales de desregular el mercado laboral y los movimientos de de capitales.
Decidiendo el futuro
La mayoría de los gobiernos de Sudamérica parecen haberse adherido a las políticas de demanda agregada, rechazando una recuperación basada en la Ley de Say. En artículos anteriores hemos comentado un ejemplo como el de Irlanda donde estas ideas fracasaron, aunque también muchos analistas recurren a casos opuestos como el New Deal en los que este tipo de política tuvo efectos positivos.
Cabe destacar, dicho todo esto, que los planes de estímulo sobre la demanda agregada tienen mayores probabilidades de éxito cuando el aumento de deuda se destina a inversiones productivas y no a transferencias. Es decir, no es lo mismo gastar 1 millón de euros en un programa de subsidios (transferencias) que gastar 1 millón de euros en la creación de una empresa para crear puestos de trabajo (inversión productiva).
Se trata sin duda de una decisión que difícilmente puede encontrar un consenso unánime entre los economistas, pero que en cualquier caso no podrá evaluarse con seguridad hasta que hayan pasado unos años y se pueda ver el impacto del endeudamiento sobre la recuperación. De ello dependerá si la región se enfrenta a una nueva década perdida o si por el contrario aprovecha su enorme potencial para salir de esta crisis.
Augusto Alvarez dice
Buenísimo post. Me gustó mucho. No obstante, me quedó duda respecto al significado de "reactivación artificial". ¿A qué te refieres con eso? Muchas gracias por tu respuesta! Un saludo.
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Augusto, y muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el artículo.
Con respecto a tu pregunta, lo primero a tener en cuenta es que estamos hablando de planes de estímulo basados en gasto público que se financia con deuda. Eso significa que el consumo y la inversión en algunos sectores aumentan pero no porque sus bienes y servicios sean más demandados por los consumidores, sino por decisiones de las autoridades económicas. Por ese motivo podemos hablar de una "reactivación artificial", ya que no responde a necesidades expresadas directamente a través del mercado sino a medidas políticas más o menos arbitrarias.
En el plano temporal también se alteran artificialmente las preferencias de los consumidores, ya que los contribuyentes son obligados a aceptar recortes en su consumo futuro (más deuda suele suponer impuestos más altos en los próximos años) en detrimento del presente. De esta manera queda también alterada la relación entre consumo y ahorro que en ausencia de una intervención estatal hubieran preferido los mercados.
Con esto no pretendo argumentar que estos planes sean negativos para el crecimiento de la economía (eso es un debate que a día de hoy continúa abierto), pero es un hecho que alteran la asignación temporal y sectorial de los recursos con respecto a un mercado libre.
Un saludo y espero que te ayude esta respuesta.
Gracias,
Federico J. Caballero Ferrari
juan dice
Hola que tal, leí el articulo, en Brasil por el covid-19, El estado de ese país, ¿Esta dando planes sociales de 600 reales al mes? Yo tengo entendido que el actual gobierno de Brasil es de una ideología económica liberal, es raro que un liberal haga estos tipos de gastos públicos.
Hace unos meses atrás en un portal de noticias yo leí que en el Reino Unido el gobierno de ese país por la crisis que generó el covid-19 va a aplicar a su económia el modelo económico de John Maynard Keynes, según ese informe que yo leí, el Reino Unido va aplicar lo que hizo Estados Unidos en el gobierno de Franklin Roosevelt el plan económico llamado New Deal.
Yo tengo entendido que el modelo económico de John Maynard Keynes no se basa solamente en el gasto público excesivo, también esa teoría economica se basa en que haya más exportaciones el tipo de cambio y las tasas de intereses.
Quería hacerle otra pregunta si es tan amable de responder, ¿Usted sabe porqué razón los liberales critican y ensucian tanto la teoría economica de keynes? Lo que hizo keynes en el pasado es solucionar los problemas que generó el mercado.
agustin parigiani dice
Juan, si conoces Argentina, te vas a dar cuenta que las ideas de Keynes son justamente las que nos llevan al abismo. Los economistas que han tenido diversos gobiernos (derecha, izquierda, centro) con pocas excepciones, han tenido siempre economistas autoproclamados Keynesianos, y cuando no, socialistas. Y así estamos.
La solución de Keynes a la volatibilidad del mercado libre fue una idea teórica, como respuesta a la crisis del 29. Es decir, una idea como solución un problema sucedido hace casi un siglo atrás. Otro de los motivos por los cuales el keynesianismo aplicado es peligroso para la sociedad, pero beneficioso siempre para la corporación política y sus amigos empresarios
juan dice
Si vos decis que la teoria economica de keynes es obsoleta y segun vos no sirve, ¿Porque razon el Reino Unido esta aplicando a su economia el modelo de keynes? Porque razon en la crisis del 2008 estados unidos tambien aplico a su economia a keynes? Me parece que ustedes los liberales no les gusta que las clases obreras y las clases bajas no puedan desarrollarse y crecer economicamente flaco. Si la teoria de keynes fuera obsoleta ningun gobierno del siglo 21 hubieran tomado las medidas economicas basadas en keynes.
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Juan,
Efectivamente, la renta mínima de 600 reales al mes ha sido una de las medidas excepcionales adoptadas por el gobierno brasileño a raíz de la pandemia. También puedes encontrar casos de renta mínima en gobiernos tan alejados ideológicamente entre sí como Estados Unidos y España, y en general cuando estudias política económica ves que las decisiones de los gobiernos a veces no responden a categorías ideológicas "cerradas".
En cuanto al Reino Unido de momento la apuesta ha sido una combinación de rebajas de impuestos y aumento de la inversión pública, lo cual puede considerarse en cierta medida una forma de keynesianismo aunque de forma distinta a lo que se está haciendo en Sudamérica. Esa es precisamente la gran diferencia con el New Deal, porque bajo ese plan se subieron los impuestos mientras que el gobierno británico tiende a bajarlos.
Sobre la última pregunta simplemente puedo decir que es normal que exista debate entre escuelas económicas distintas. Los supuestos de sus modelos suelen ser diferentes y lógicamente también las conclusiones. Un ejemplo es la afirmación de que Keynes resolvió los problemas generados por el mercado, normalmente aceptada por los keynesianos pero cuestionada por otras escuelas como los austríacos y los monetaristas.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Agustin Parigiani dice
No es necesario que me agredas para discutir. Mi punto de vista es el siguiente. Si el keynesianismo es tan beneficioso para las economías emergentes, por que Argentina viene de crisis en crisis aumentando drásticamente la pobreza y el desempleo? Argentina es fiel seguidor de políticas keynesianas, con rarísimas excepciones como el segundo mandato de Menem. Aunque, de todas maneras algo de keynesianismo tenia porque el gasto publico seguía aumentando. Hay muchísimos de estos ejemplos no solo en Argentina, sino en diversos paises. Si tan malo fuera el liberalismo económico, China no hubiera creado las ZEE, las cuales por cierto son las responsables de su crecimiento a tasas anormales.
Respecto al RU no tengo datos específicos actuales como para contraargumentarte. Lo único que se decirte es que lo que hay que ver, no es lo que hacen hoy los paises ricos, sino lo que tuvieron que hacer para hacerse ricos. Y en gran medida, en paises desarrollados fue el liberalismo económico y social. Ejemplos de esto fue Singapur, Hong Kong, paises Nórdicos, EEUU, Suiza, Chile (en menor medida), Nueva Zelanda, etc. Paises que hoy (algunos) tienen políticas mas socioliberales, o socialdemócratas, pero que en épocas de crisis o de guerra han abrazado la libertad y han prosperado para convertirse en lo que son hoy.
Saludos
hugo castello dice
La crisis del capitalismo, ¡de nuevo!, y el fracaso del socialismo de estado no
podían ser más claros. La socialdemocracia se ha vuelto neoliberal (¿nuevo laborismo?, ¿neotatcherianos?) y este año marca el XX aniversario del colapso
del estalinismo en Europa Oriental. Con su capitalismo de estado y su dictadura de partido, el estalinismo consiguió que la enfermedad (el capitalismo)
fuera más atractiva que el remedio (el socialismo). En esto, los anarquistas deberían sentirse reivindicados. Personas como Bakunin predijeron estos
resultados varias décadas antes de que se hicieran realidad.
Existe, pues, una apertura para una alternativa real. No debemos olvidar
que el capitalismo no es más que la última forma de la economía. Según
Proudhon, “el vicio radical de la economía política consiste (. . . ) en afirmar
que una condición transitoria es un estado definitivo, a saber, la división de
la sociedad en patricios [una elite enriquecida] y proletarios”. Hemos visto
trabajo esclavo, después servidumbre y después capitalismo. ¿Qué es el capitalismo? Como dijo Proudhon, “el periodo por el que estamos pasando en
estos momentos (. . . ) se distingue por una característica especial: el TRABAJO ASALARIADO”.
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El capitalismo es un sistema económico basado en mano de obra contratada,
que vende su trabajo (libertad) poco a poco a un patrón. Para los anarquistas,
esto se debería llamar esclavitud asalariada.
El anarquismo lucha por el trabajo asociado, el trabajo libre en otras palabras: la situación en la que aquellos que hacen el trabajo lo gestionan. A largo
plazo, el objetivo es la abolición del trabajo (el trabajo y el juego serían lo
mismo). Citando a Kropotkin, luchamos para “crear una situación en la que
cada persona pueda vivir trabajando libremente, sin verse obligado a vender
[su] trabajo y [su] libertad a otros que acumulan riquezas gracias al trabajo
de sus siervos”.
Rafael Chávez dice
Sudamérica no es un continente, es una parte grandísima de todo el Continente Americano, solo somos un continente, América, desde Canadá hasta la tierra del fuego, Chile y Argentina. Tenemos que defender nuestra identidad continental, Americanos somos todos, no solo los ciudadanos de los Estados Unidos de América.
Carlos Ramírez dice
Bien dicho, aunque las realidades socioeconómicas son variadas, sin embargo los modelos económicos que se aplican son de acorde a los intereses de quienes detentan el poder y no de las grandes mayorías empobrecidas.
Agustin Parigiani dice
El termino americano para el ciudadano de EEUU resulta adecuado en mi opinión. Véase por ejemplo que el nombre de México es en realidad Estados Unidos Mexicanos, y se suele llamar normalmente por solamente México.
Algo parecido pasa en Brasil (Antes EEUU del Brasil, hoy Rep. Fed. del Brasil) y en Argentina (Confederación Argentina o Republica Argentina)
Por lo tanto si se sigue esa lógica no tendría nada de malo decirle Americano al ciudadano de Estados Unidos de América.
Marco dice
Me gustaría que haga algún artículo referente a la deuda pública. Cuánto sería lo razonable, entre otros factores.
Mi país, Perú, antes de la pandemia tenía un endeudamiento aceptable y con buena calificación, al menos el incremento de la deuda parece lo más razonable en estos momentos.
Saludos
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Marco,
Muchas gracias por tu sugerencia, la tendremos en cuenta para futuros artículos. En este post no lo he mencionado, pero como comentas el motivo por el que Perú ha podido dedicar proporcionalmente más recursos a los planes de estímulo es por tener un endeudamiento previo más bajo que sus vecinos.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Alfonso Araus dice
Qué impacto a futuro para los países latinoamericanos puede tener la emisión monetaria?, ya que veo que en Argentina, la única manera de financiar el gasto público es por esta vía.. Saludos y excelente nete artículo
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Alfonso,
Es difícil decirlo en pocas palabras, pero lo importante en ese caso es ver hasta qué punto existe demanda de dinero para esa emisión. Ten en cuenta que ampliar la base monetaria no es otra cosa que aumentar la oferta de dinero, y si no hay una demanda equivalente es muy posible que el valor del dinero con respecto a los otros bienes se reduzca (es decir, que se genere inflación).
A raíz de la pandemia ha aumentado la incertidumbre en muchos países y la consecuencia ha sido una mayor demanda de dinero porque los agentes del mercado prefieren la seguridad al riesgo. No obstante, la pregunta fundamental es si esa demanda se incrementa al mismo ritmo que la oferta de dinero, porque si crece más lentamente es posible que exista inflación de todas formas. Incluso puede haber casos donde a pesar de que exista más incertidumbre la demanda de dinero caiga, si los mercados perciben que esa moneda en concreto no es un activo fiable.
Si te interesa el tema tenemos un artículo al respecto, el tema son las criptomonedas pero explicamos el comportamiento de la oferta y demanda de dinero durante la pandemia:
https://economipedia.com/actual/la-pandemia-global-impulsa-el-uso-de-criptomonedas.html
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Gabriela Martín dice
Estimado Sr. Caballero Ferrari, qué comentario puede hacer sobre las medidas que está tomando el gobierno de Argentina ante la crisis incrementada por la pandemia del COVID-19? Digo incrementada, porque ya nuestro país viene en picada desde el 2019, sobre todo desde agosto, ante el inminente desenlace de las elecciones presidenciales.
Acuerdo totalmente con Ud., cuando afirma en una de las respuestas que "las decisiones de los gobiernos a veces no responden a categorías ideológicas "cerradas". Nosotros vimos durante el gobierno de Mauricio Macri, -un político enrolado en las filas del liberalismo económico (algunos lo definen como neoliberal, lo cual no sé exactamente qué significa)-, el aumento del gasto público destinado a subsidios para el desarrollo social en 40%, a la vez la baja drástica en los subsidios a las empresas de servicios (transporte, luz, agua, gas, etc.), comparado con el gobierno anterior (de Cristina Fernández de Kirschner, con tendencia aparentemente keynesiana o socialista, idefinible), quien sostenía una baja de tasas en los servicios básicos para el ciudadano, gracias a exorbitantes subsidios a grandes capitales (lo cual haciendo las cuentas nos salía más caro por el elevado gasto público), y sin ninguna medida de reactivación de la industria, con onerosos impuestos a la clase media (como el distorsionado impuesto a las ganancias, que aquí lo paga el trabajador asalariado, no el gran empresario o finacista que es el que realmente goza de ganancias).
Muy interesantes sus publicaciones
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Gabriela, y muchas gracias por tu comentario.
Es muy interesante tu observación sobre la crisis que Argentina viene sufriendo con anterioridad a la pandemia. Si te interesa, tenemos un artículo donde se comenta en concreto el problema de la inflación:
https://economipedia.com/argentina/la-inflacion-en-argentina-una-explicacion-monetaria.html
La respuesta a tu pregunta podría dar para otro artículo porque las medidas son muchas, pero me voy a limitar al acuerdo con los acreedores extranjeros de la deuda pública porque es uno de los hechos más relevantes del panorama económico argentino. El acuerdo en principio parece dejar más margen fiscal para que el gobierno pueda mantener el nivel de gasto sin tener que ajustar en época de pandemia, y así poder gastar en salud pública, ayudas sociales, planes de empleo, etc. En eso parece haber un acuerdo bastante generalizado.
No obstante, también es cierto que al permitir que se mantenga la emisión de dinero a los niveles actuales la moneda corre el riesgo de seguir devaluándose, lo cual para muchos significa que en realidad la deuda será cada vez más difícil de pagar si se sigue posponiendo. Si aceptamos ese supuesto, el acuerdo significaría permitir que el gobierno siga devaluando los activos monetarios con los que pretende devolver la deuda en el futuro. Sobre este supuesto no existe un acuerdo generalizado entre los economistas, pero es una reflexión interesante que quizás merezca la pena hacer.
Dicho esto, lo importante en economía es buscar las causas de los problemas más que las soluciones temporales que puedan requerir las consecuencias. En el caso de Argentina, problemas que ya existen desde hace años como la inflación, el crecimiento, la deuda externa o la devaluación del peso son precisamente las cuestiones sobre las que animamos a nuestros lectores a informarse porque entendemos que desde esos problemas de fondo es como mejor se entiende la economía.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Henry Moreno dice
Excelente Post, gracias por su contribución
JUAN ARMANDO MARÍN HUAPAYA dice
Un tema que considero sería importante mencionar es la alta tasa de informalidad de las economías sudamericanas Si la pandemia a afectado severamente el empleo, no solo el formal sino también el informal , ¿de qué manera debería responder el estado ante la crisis? La mayoría de los estados han establecido otorgar bonos a los sectores mas afectados por la crisis , sin embargo , en el caso de Perú las personas han solicitado el retiro de los fondos de pensiones tanto de la AFP como de la ONP y el Gobierno brinda ayuda a través de bonos que fluctúan entre 700 y 1500 soles Si bien son medidas que solo cubren las necesidades básicas y no generan empleo sostenible en el tiempo, ¿de qué otra manera podría haber actuado el gobierno nacional?
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Juan,
La pregunta que planteas es muy difícil de responder en pocas palabras y con total seguridad, especialmente porque en esta crisis la situación económica va muy ligada a la evolución de la pandemia. Eso significa que algunas medidas del ámbito sanitario tienen un impacto directo en la economía, y por ese motivo hay muchos analistas que recomiendan distintas estrategias sanitarias para apoyar la recuperación económica.
Sin entrar en el tema sanitario, es evidente que la pandemia ha dado más visibilidad a los problemas ligados al empleo informal. De hecho, las personas en esta situación pueden verse en dos escenarios extremos opuestos e igualmente injustos: si no tienen contrato es posible que no puedan justificar desplazamientos por motivos laborales (y no poder ir a trabajar) y no tengan acceso a bajas laborales pagadas; por el contrario, si son capaces de mantener su trabajo es posible que puedan cobrar ayudas sociales a la vez y ganar más que un empleado formal. En cualquier caso, sobre el problema que planteas creo que lo lógico sería poner el foco en los motivos por los que algunas economías tienen tasas tan altas de informalidad más que en intentar paliar los efectos a posteriori.
Con respecto a las medidas que comentas es evidente que no son sostenibles indefinidamente (los fondos de pensiones por ejemplo tienen el límite fijado por lo que cada uno haya aportado) pero muchos las consideran necesarias al menos para paliar de momento los efectos de la crisis. No obstante, si te interesa también tenemos un artículo sobre una visión alternativa referido a las políticas de oferta:
https://economipedia.com/definiciones/el-coronavirus-una-crisis-preindustrial.html
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Juan Armando Marín Huapaya dice
Muchas gracias por su comentario y por el enlace. Muy interesante
Darwin dice
Excelente artículo en le caso de Ecuador y su inyección de capital masivo mediante el desembolso de créditos a pequeñas y medianas empresas por medio del endeudamiento con el FMI se nota una falta de responsabilidad por parte del estado ya que nunca se ha hecho un seguimiento del crédito otorgado por medio de rentabilidad de esas empresas esto se apuesto en evidencia en estos últimos días donde estas tipo de empresas pequeñas y medianas tienen un nivel alto de morosidad lo cual ha generado preocupación en el sector bancario ya que como dice en este artículo y tomándolo como referencia ( no es lo mismo gastar un millón de $en empresas que no tienen rentabilidad o que a la mínima recesión quiebran que otorgar créditos a empresas con alto potencial de rentabilidad con un alto nivel de conocimiento financiero que incluso tengan capital de respaldo para poder soportar un recesión como la que estamos viviendo ,como se ha dicho en el artículo también subirán los impuestos ,en ecuador se ha mencionado por parte del gobierno que se subirá el iva de 12 al 15% ,también hoy se emitió y decreto que artículos tecnológicos como los televisores tendrán una subida de arancel de 5% esto sin contar que cuando se inyecta capital masivo también se genera un nivel alto de inflación sin contar una depreciación en la divisa del dolar lo cual solo generaría un mayor costo de vida para los ecuatorianos sin contar un sobre endeudamiento para la generaciones futuras.
Carolina dice
Hola! Buen articulo.
Y que hay de Chile? cual es tu apreciación de la economía?
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Carolina,
Es muy difícil hacer una valoración libre de controversia sobre la economía de Sudamérica cuyo modelo económico ha estado más sujeto a debate en los últimos meses. En la línea de otros países que hemos mencionado en el artículo el gobierno chileno ha lanzado varios planes de estímulo que incluyen tanto medidas de liquidez como de gasto directo, por tanto es ese sentido la estrategia es similar a la de otros países del entorno.
En cualquier caso, a día de hoy el foco de debate en la economía chilena pasa más por el largo plazo (es decir, el modelo de crecimiento futuro) que por el corto-medio (las medidas temporales para paliar los efectos de la pandemia). Se trata de un tema bastante complejo, ligado también a factores políticos y sociales y que posiblemente daría para un artículo entero.
Muchas gracias por tu comentario y si tienes más preguntas no dudes en escribirnos.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
Guillermo Illesca dice
Es decir, no es lo mismo gastar 1 millón de euros en un programa de subsidios (transferencias) que gastar 1 millón de euros en la creación de una empresa para crear puestos de trabajo (inversión productiva)
Humildemente creo que es más factible la recuperación de la economía a través del incentivo de la demanda agregada con subsidios a la población más castigada por la economía… éstos destinan todo al consumo y generarían nuevas inversiones productivas por parte de las empresas.. ( siempre y cuando no aumenten sus precios de sus productos para no realizar inversiones).
De lo contrario el millón de euros si el estado se lo otorga a clases más pudientes lo destinan al ahorro y especulación financiera..
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola Guillermo, y muchas gracias por tu comentario.
Quizás debido a la imposibilidad de extendernos demasiado sobre el tema en el artículo hemos generalizado un poco con esa frase. En realidad, 1 millón de euros invertidos en crear una empresa no son siempre inversión productiva, ya que cabe la posibilidad de que se esté subvencionando la producción de bienes y servicios que no tienen una demanda real por parte de los consumidores. Pero cuidado, tampoco los subsidios sociales llegan siempre a las personas más necesitadas, e incluso en la historia económica tenemos casos en los que estas medidas acaban aumentando la desigualdad de ingresos porque no llegan al tramo de rentas más bajas. En cualquiera de los dos casos, lo importante es tener presente que igual que un empresario puede tomar decisiones de inversión equivocadas, el Estado también puede cometer errores en la redistribución de recursos.
El argumento que planteas es defendido por muchos economistas y se basa en que normalmente en las personas de renta más baja la propensión marginal al consumo es más alta. Es decir, que de cada euro adicional que reciban dedicarán una proporción mayor al consumo que otras personas de renta superior. De esta manera como comentas se puede estimular la demanda de bienes finales de consumo.
Sin embargo, también hay economistas que plantean una objeción basada en la importancia del ahorro en la economía. Bajo este punto de vista, si se quitan recursos adicionales a personas con una baja propensión marginal al consumo hacia otras donde es más alta también se estará reduciendo el ahorro del país. El problema en este caso sería que el ahorro es la base de la inversión, por lo que se contraería la demanda de bienes de capital. Es decir, se estaría estimulando la demanda agregada de bienes finales de consumo pero a la vez se estarían recortando los medios para producirlos.
Los dos puntos de vista son válidos y van unidos también al tema de la redistribución, que en cualquier caso es otro debate distinto que incluye también cuestiones no exclusivamente económicas.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari