Realtor
Un realtor es un profesional en el área de los bienes raíces que se encuentra certificado y registrado en la (NAR) Asociación Nacional de Realtors.
Es decir que, un realtor es un licenciado en bienes raíces. Este concepto ha sido acuñado en los Estados Unidos. Puesto que, para ser licenciado, el realtor debe realizar todos los estudios correspondientes, para luego tomar los exámenes requeridos que le permitan obtener la certificación.
Por ese motivo, el realtor debe presentar dos exámenes. El primero lo debe aprobar en la escuela de negocios donde recibió su formación profesional. El segundo examen debe ser presentado ante el Departamento de Regulación Profesional y de Negocios de Florida. Esta entidad es reconocida por las siglas (DBPR) que corresponden al Florida Department of Business and Professional Regulation.
Adicionalmente, el Departamento de Regulación Profesional y de Negocios de Florida exige que el realtor se mantenga actualizado y que observe una conducta ética en los negocios. Por esa razón, exige que el realtor presente y apruebe exámenes de actualización y conductas éticas dentro de la profesión. Estos exámenes deben presentarse cada dos años para seguir manteniendo la licencia. Es importante destacar que, la palabra o el término realtor es utilizada como una marca registrada por la NAR.
¿Qué hace un realtor?
Sin duda, un realtor realiza una serie de funciones o actividades importantes antes, durante y después de que se efectúe el proceso de una transacción inmobiliaria. Dado que, un realtor es un tasador, consejero y administración de propiedades.
Las funciones o actividades más importantes de un realtor son las siguientes:
1. Entrevistar previamente al cliente potencial
Para empezar, el realtor entrevista al cliente potencial con el propósito de comprender de mejor forma las necesidades inmobiliarias que tiene el cliente. También para conocer su situación laboral y crediticia. Con esta información ya puede determinar si adquiere la precalificación necesaria para la compra inmobiliaria.
2. Buscar opciones inmobiliarias
Luego, busca las mejores opciones inmobiliarias que se adecúen mejor a las necesidades y capacidad adquisitiva del cliente. Generalmente, el realtor usa la plataforma de información del Real Estate del Estado de la Florida. Inmediatamente, envían las posibles propuestas a los clientes, para que elijan la que les parece mejor. Igualmente, recomiendan al cliente elegir otras opciones, en el caso de que no se pueda concretar la transacción con la primera opción elegida.
3. Preparar la documentación requerida
Seguidamente, el realtor procede a preparar y revisar todos los documentos necesarios para llevar a cabo la transacción. Especialmente contratos de compraventa o bien el contrato de renta. Esto con el fin de que todo derecho y responsabilidad adquirido quede claramente definido.
4. Guiar al cliente en el proceso de compra
Posteriormente, el realtor debe ofrecer información al cliente respecto a montos sobre impuestos, seguros y cualquier otra información importante que incluye otros pagos. Incluso, podría ubicarlos sobre la cercanía de instituciones como hospitales, escuelas o autopistas, entre algunos otros importantes. Todos estos datos ayudan al cliente a tomar la mejor decisión de compra teniendo en cuenta todos los aspectos que debe considerar.
5. Hacer comparaciones con otras propiedades vendidas
También, resulta conveniente que el realtor presente al cliente algunas comparaciones de otras propiedades vendidas con anterioridad. El propósito es que el cliente pueda conocer cuál puede ser el precio a futuro de la propiedad. De esa forma podrá presentar un precio de venta o renta al momento que se le presente un nuevo comprador o inquilino.
6. Asesorar al cliente el proceso de compraventa o de renta
Desde luego, un buen realtor debe explicar, asesorar y acompañar al cliente durante todo el proceso de compraventa o de renta. Especialmente cuando se realiza la inspección de la propiedad. Al momento de requerir un crédito, en el caso de que el cliente solicite un financiamiento. Así mismo, cuando llena los documentos para asociarse al condominio.
7. Revisar y presentar propuestas al dueño o vendedor
Por otra parte, si el cliente es el dueño o el vendedor de la propiedad inmobiliaria, el realtor debe presentarle todas las propuestas recibidas. Tanto para la compra si es un vendedor o para la renta si el propietario quiere rentar la propiedad.
8. Revisar los documentos finales
A continuación, el realtor debe darse a la tarea de revisar detenidamente todos los documentos relacionados con el cierre de la transacción inmobiliaria. Esto con el fin de verificar que todo esté clara y correctamente establecido dentro de los términos acordados.
9. Mantener contacto con el cliente
Finalmente, tiene que darle seguimiento al cliente, para ello se debe mantener en contacto con él. Sobre todo, para asegurarse que todo funciona correctamente y para aclarar cualquier duda que pueda presentar el comprador.
¿Qué requisitos debe cumplir un realtor para poder operar?
Naturalmente, una persona que opere como realtor tiene que desempeñarse de forma honesta y transparente. Sobre todo, debe darle prioridad a los intereses de sus clientes en cualquier transacción inmobiliaria que realice.
Entre algunos de los requisitos que debe cumplir para poder operar son:
- Unirse a una asociación de real estate local.
- Pagar una sola vez un monto o una tasa de postulación.
- Pagar una membresía cada año para poder operar.
- Poseer licencia que esté validada por la NAR y que se encuentre vigente.
- Estar involucrado en el sector de negocios real estate. El negocio real estate es un concepto que se refiere a todo lo relacionado con el mercado del sector inmobiliario.
- Carecer de sanciones que se encuentren relacionadas con comportamientos o conductas poco éticas o profesionales.
- No encontrarse en bancarrota.
A manera de conclusión, se puede decir que un realtor es un licenciado en bienes raíces. Un realtor está certificado y registrado en la (NAR) Asociación Nacional de Realtors. Por esa razón, un realtor debe trabajar con una conducta ética irreprochable. Ante todo, debe darles prioridad a los intereses de sus clientes en cualquier transacción inmobiliaria que efectúe.