Intolerancia
La intolerancia es una actitud y comportamiento que consiste en no respetar aquello que no nos gusta o que es diferente de nuestras propias preferencias. Es un hecho que suele darse sobre todo en personas muy sesgadas política o religiosamente.
Intolerancia es un concepto con implicaciones negativas. Supone que una persona no respete los gustos, preferencias, ideología, identidad, sexualidad, nacionalidad o etnia de otras personas.
La intolerancia supone un peligro para la convivencia. Esta se construye a través de la tolerancia, el respeto, y la buena educación, que a su vez también son los elementos que constituyen una sociedad cívica.
También es conveniente destacar que la intolerancia global, tomando al conjunto del planeta como sujeto, tendría que ser cada vez menor. Esto, por la globalización que experimentamos desde hace unos años y que va en aumento.
También debemos resaltar la eliminación de algunos regímenes no democráticos y la expansión de la democracia como forma de gobierno. Por último, otro factor que ha ayudado a la reducción de la intolerancia es la migración, la necesidad laboral de emigrar a otros países ha ayudado a mejorar la convivencia entre personas de diferentes nacionalidades.
Aunque no todo son buenas noticias, todavía existen sociedades al completo muy intolerantes con aquel que se sale de las pautas aceptadas. Situaciones extremas las encontramos en países que castigan penalmente la homosexualidad. O en aquellos en los que las minorías étnicas y religiosas están perseguidas y sometidas.
Consecuencias de la intolerancia
Podemos decir que la intolerancia es un sentimiento matriz, es decir, que de ella derivan comportamientos tan indeseables como la discriminación. Principalmente encontramos los siguientes tipos:
- Racismo: Supone la discriminación e incluso persecución de aquellos cuya etnia es diferente a quien discrimina. Tradicionalmente la han sufrido los negros frente a los blancos. Los ejemplos más relevantes los encontramos en la segregación que sufrían en Estados Unidos hasta mediados del siglo XX. O en los periodos de esclavitud que han sufrido a lo largo de la historia de mano de numerosas civilizaciones.
- Xenofobia: Esta se refiere a la intolerancia al extranjero, a quien no pertenece a nuestra nación. Es muy similar al caso anterior, pero es sustancialmente diferente. La xenofobia no discrimina al étnicamente diferente siempre y cuando posea la nacionalidad del propio país.
- Homofobia: Implica la discriminación a las personas homosexuales, o a aquellas que se alejen de la tradicional pareja hombre – mujer. Tiene unas consecuencias tan salvajes como el castigo penal en algunos países. En otros, como Irán, está castigado con la muerte.
Ejemplos
La intolerancia puede ser practicada desde las instituciones o por la propia población. Como ejemplos de intolerancia desde las autoridades gubernamentales disponemos de varios ejemplos. Uno de ellos, quizá el más paradigmático, es el caso del Tercer Reich, cuya intolerancia se extendía a una parte muy grande de personas: judíos, gitanos, homosexuales, rusos, etc. Hasta tal punto de perseguir su exterminio, intentado a través de lo que conocemos como Holocausto.
En cambio, tenemos otros casos en los que la intolerancia ha sido y es practicada por parte de la población. Y existen numerosos casos de ello. Por ejemplo, los insultos racistas que sufren algunos jugadores en el desarrollo de un evento deportivo. O las palizas y vejaciones que sufren algunas personas del colectivo LGTBI. O la no contratación de extranjeros para algunos puestos de trabajo.