Sectarismo

El sectarismo es una ideología o conducta extremadamente intolerante, solo las preferencias del sectario son las correctas. Despreciando así el resto de ideologías y pensamientos políticos, sociales y económicos. 

El sectarismo es una forma de actuar y de pensar, que odia, desprecia y no está dispuesto a escuchar y tolerar a aquellos que confronten con los suyos. Esta definición es la que más se usa cuando hablamos de política o de cualquier tipo de debate.

El sectarismo es una ideología que coge gran peso en sociedades polarizadas, y en la que existen grupos de presión al mando de grandes empresas y medios de comunicación. Esto se ve fácilmente en las tertulias. No hay más que verlas o escucharlas un rato para ver que, supuestos periodistas de prestigio, se dedican a confrontar frontalmente con los demás. Sin ver ni un ápice de buen hacer en el contrario.

Características del sectarismo

Hay que destacar que el sectarismo posee las siguientes características:

  • Fuerte sesgo político.
  • Es intolerante.
  • Tiene poca capacidad para debatir.
  • Desprecia cualquier pensamiento que confronte con el suyo.
  • Suele caer en hipocresías propias de cualquier ideología.
  • Puede darse tanto en personas formadas como poco formadas.
  • En algunos casos, suelen existir intereses detrás de quienes lo practican.

Consecuencias

Ser una persona sectaria tiene sus consecuencias, en algunos casos es algo que puede amenazar de cierto modo a la sociedad. Por ejemplo, que una persona anónima incurra en pensamientos sectarios puede que no tenga ninguna trascendencia para el resto de la población, más allá de que su círculo de amistades no puedan hablar con él de ciertos temas.

El problema lo encontramos cuando esas personas acaparan puestos de responsabilidad pública, independientemente de cuál sea su sector. Por ejemplo, un periodista, que este sea una persona sectaria, puede incurrir en la manipulación de aquellas personas que consuman su contenido.

Puede darse a través de dos vías principales: la omisión de noticias que perjudiquen a quien defiende, o la excesiva repercusión de aquellas que afectan a con quien difiere. Esta práctica la vemos más abultadamente en los periódicos físicos y digitales, donde existe un sesgo terrible en función de quien se hable.

No solo lo encontramos en el periodismo, también en empresas y lobbies. Que actuarán de una forma u otra, dependiendo de quién se encuentre en el poder en ese momento. Los favores suelen ser recíprocos, el Estado puede realizar concesiones legislativas y el lobby mantener una alta producción en el país. 

El sectarismo de los propios partidos políticos es quizá el más peligroso, porque tienen en su mano la redacción y ejecución de las leyes que operan en el territorio. Por ejemplo, si el contexto internacional exige una bajada impositiva y la liberalización de ciertos sectores públicos estratégicos, pero el gobierno, por puro sectarismo, avanza en la dirección contraria, puede ahondar aún más en la crisis que experimente el país. Además, la escasa exigencia de responsabilidades provoca que se lleven a cabo estos comportamientos con impunidad.

¿Qué hacer contra el sectarismo?

El comportamiento sectario es, principalmente, una cuestión cultural. Es propio de los populismos. Aquellos países más polarizados, o donde los discursos populistas tienen un mayor calado, es más fácil que los sectarios se abran camino.

En cambio, para combatirlo, lo más apropiado es el pensamiento crítico. Cuestionarse todo lo que ocurre a nuestro alrededor, así como informarse y consultar las fuentes primarias, es el mejor camino hacia la tolerancia ideológica y para abandonar posturas sectarias. Esto solo traerá beneficios, tanto sociales como económicos, ya que se estará en disposición de aceptar lo más conveniente para la sociedad y el individuo en cada momento. 

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Alfredo Marín García , 08 de octubre, 2023
Sectarismo. Economipedia.com