Consumo cíclico
El consumo cíclico es el referido a activos financieros relacionados con compañías susceptibles a los ciclos económicos y tendencias inflacionarias.
En el ámbito de la inversión, la apuesta por el consumo cíclico es una estrategia de inversión de riesgo. Esto, ya que significa la adquisición de activos financieros que experimentan cambios producto de la inflación o de la aceleración o desaceleración de la economía.
Muchos inversores tratan de obtener determinados niveles de rentabilidad a través de la especulación con valores de consumo cíclico.
Es decir, en el día a día financiero, aparecen oportunidades de inversión motivadas por la volatilidad de precios. Dichos cambios a menudo no responden a tendencias estimadas, por lo que van de la mano de un nivel de riesgo a tener en cuenta.
Por otro lado, en ocasiones los bienes de consumo cíclico cuentan con pormenores como el efecto de las modas y las tendencias.
Relevancia inversora del consumo cíclico
Teniendo en cuenta lo anterior, existen empresas que se ven afectadas por la deriva de la coyuntura económica y las consecuencias de los denominados como ciclos económicos.
Este fenómeno supone que los precios de sus productos son alterados y, por lo tanto, su consumo varía.
En términos de las preferencias de los consumidores, este tipo de productos volátiles experimentan cambios debido al concepto de elasticidad de demanda.
En otras palabras, los cambios en el precio afectan al consumo. Las familias deciden no consumir los bienes que han encarecido atendiendo a criterios como la necesidad.
Rasgos principales del consumo cíclico
Como se ha comentado anteriormente, los bienes conocidos como de consumo cíclico atraen a inversores poco conservadores debido a las siguientes especificaciones:
- Perfil agresivo del inversor: La decisión de inversión en consumo cíclico corresponde a perfiles poco conservadores desde el punto de vista bursátil.
- Averiguación y estimación: La detección de oportunidades de mercado cíclicas exige el estudio de tendencias bursátiles y la predicción de sus cambios futuros.
- Estacionalidad: Es frecuente que los ciclos económicos respondan a calendarios periódicos. Es más frecuente en periodos de climatología fría la inversión en valores relacionados con el combustible o el gas, por ejemplo.
La evaluación de los comportamientos de estos valores irá, por tanto, de la mano del conocimiento del ciclo económico en que se encuentre un sector o la economía en su totalidad.
Es decir, este tipo de sectores económicos responde de modo parejo a las circunstancias económicas en que se desenvuelvan: en fase de crecimiento, su precio aumenta, y en fase contractiva o recesiva, sucederá al contrario.
Ejemplos de consumo cíclico
La inversión destinada al consumo cíclico va ligada estrechamente al comportamiento de los principales ratios económicos.
De esta manera, es fácil identificar criterios de inversión propios tanto de fase expansiva como de fase contractiva.
Ejemplo común de ello es la inversión en productos de éxito potencial o enfocados a la I+D. Se estima que la economía tenderá a su empleo futuro, lo que podría traducirse en rentabilidad futura.
Por otro lado, comprar valores presentes en sectores como el inmobiliario o relacionados con el ocio o el turismo es una práctica inversora frecuente dentro de esta modalidad.
En otras palabras, el consumo cíclico abarcaría un gran abanico de posibilidades alejadas de los llamados bienes de primera necesidad.