Jefe de Estado

El jefe de Estado es la persona con el mayor grado de representación de un Estado concreto. Sus funciones vienen determinadas por el sistema de gobierno que opere en el país.

El jefe de Estado, también llamado presidente, dependiendo del sistema de gobierno, es la figura que ocupa el lugar más alto de un Estado. Sin embargo, esto no quiere decir que sea el que mayor poder real detenta, esto va a depender del sistema de gobierno, ya que en los regímenes parlamentarios el jefe de Estado tiene un poder muy limitado, prácticamente simbólico.

En las democracias, el jefe de Estado es elegido por sufragio universal por todos los ciudadanos en unas elecciones libres; o por el Parlamento, salvo en las monarquías. Por el contrario, en los sistemas autocráticos el jefe de Estado, que concentra los poderes del Estado, no es elegido por los ciudadanos. Se ha autoproclamado a través de un golpe de Estado, una revolución, la victoria en una guerra, o consecuencia de un autogolpe una vez ganadas unas elecciones.

El jefe de Estado en regímenes parlamentarios

Como hemos mencionado, las funciones y el poder que detenta el jefe del Estado varían en función del sistema de gobierno. Dicho esto, vamos a ver brevemente su papel en el sistema parlamentario.

Lo primero es mencionar que no tiene poder real, en estos regímenes el poder recae en el jefe o presidente del gobierno. El jefe del Estado tiene atribuciones puramente representativas, que simbolizan la unión de la nación.

También cabe realizar una distinción, entre monarquías y repúblicas. En una monarquía, el jefe del Estado es el rey, quien no ha sido elegido popularmente, sino que el trono pasa de forma hereditaria. En cambio, en las repúblicas, al igual que el jefe de gobierno, sí ha sido elegido por sufragio universal por los ciudadanos o por los miembros del parlamento.

Hecha esta distinción, vamos a mencionar las funciones y características generales que tiene el jefe de Estado en los regímenes parlamentarios:

  • Ejerce un papel de árbitro y moderador de las instituciones del Estado.
  • Tiene un gran peso en las relaciones exteriores, estableciendo diálogos y alianzas entre países afines.
  • Posee el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
  • Tiene algunas funciones simbólicas, como el refrendo de las leyes o el nombramiento de los ministros.

Algunos de estos países son España, Alemania, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Italia, Grecia, India o Australia, entre muchos otros.

El jefe de Estado en regímenes presidencialistas

En el caso de los regímenes presidencialistas, esta situación cambia radicalmente, jefe de Estado y jefe de Gobierno son la misma persona. Situándose así claramente por encima del resto de las instituciones gubernamentales, adquiriendo poderes y funciones que le son exclusivas.

En estos regímenes, el presidente es elegido por sufragio universal por todos los ciudadanos. Y, en general, tiene las siguientes funciones:

  • Firma o veta las leyes aprobadas por el Congreso.
  • Es el máximo dirigente de las Fuerzas Armadas.
  • Dirige la política exterior del Estado.
  • Nombra unilateralmente numerosos cargos funcionariales.
  • Puede conceder indultos y privilegios.

Ejemplos de estos presidentes los podemos encontrar en prácticamente todo el continente americano, como Argentina, México, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, etc. También otros como Corea del Sur o Turquía.

El jefe de Estado en países semipresidencialistas

Esta forma de gobierno intermedia conforma una mezcla entre los sistemas anteriores. El jefe de Estado es elegido popularmente por sufragio universal, al igual que en el caso anterior. Sin embargo, sí que comparte el poder ejecutivo con el primer ministro o presidente del gobierno. 

Cabe destacar que, aunque comparten poder, el jefe de Estado suele estar por encima del jefe de gobierno. Algunas funciones exclusivas de este son las siguientes:

  • Nombramiento del primer ministro.
  • En algunos países preside el consejo de ministros.
  • Promulgación de las leyes.
  • Es el jefe de las Fuerzas Armadas.
  • Puede conceder indultos.

Básicamente, la diferencia entre estos dos últimos modelos de gobierno, es que el jefe de gobierno compensa el gran poder que detenta el presidente en los regímenes presidencialistas.

Algunos ejemplos de estos países encontramos a Francia, Rusia, Portugal, Ucrania o Azerbaiyán. Por último, es necesario mencionar que la superioridad y las competencias del jefe de Estado frente al primer ministro están determinadas por la constitución de cada país. Siendo lo previamente mencionado unas pautas generales.

El jefe de Estado en los regímenes autocráticos

En los regímenes autocráticos, popularmente conocidos como dictaduras, el jefe de Estado es el dictador o autócrata. Este ejerce el poder supremo, variando su intensidad dependiendo del régimen que se trate. 

Su papel es bastante claro, concentra los tres poderes en su persona, quebrantando así la división de poderes y estableciéndose en la cúspide del mando de la nación. Tiene la potestad de legislar, ejecutar el gobierno e impartir justicia.

Aunque, obviamente, no lo realiza todo de forma directa, sino que posee influencia en todas las instituciones del país. Dependiendo del régimen específico del que se trate, el resto de instituciones tendrán una menor o mayor libertad de actuación. No es lo mismo, la Corea del Norte de la dinastía Kim, que cualquier régimen autoritario del siglo XX.

Algunos ejemplos de estos Estados son Cuba, China, Corea del Norte, Arabia Saudí, Irán, Siria, Omán o Laos.

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Alfredo Marín García , 01 de enero, 2024
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