Sesgo cognitivo
El sesgo cognitivo se puede definir como un patrón de pensamiento sistemático que nos conduce a cometer errores en nuestro proceso de razonamiento.
Es decir que, este sesgo nos lleva a tener una interpretación errónea de forma sistemática en el manejo de la información que tenemos disponible. Por esa razón, puede afectar nuestra manera de pensar, la forma de emitir juicios y el proceso de toma de decisiones.
Sin duda, son patrones de pensamiento que se producen de forma inconsciente. Pero, impactan de manera significativa en nuestra vida en general. Debido a que, se distorsiona la percepción de la realidad. Podríamos decir que nuestra propia mente nos engaña. Porque son pequeños fallos que se producen en nuestro cerebro. Haciendo que se distorsione la realidad, al no basar nuestro proceso de razonamiento en datos lógicos y objetivos. Lo que produce que se emitan juicios e interpretaciones poco lógicas y objetivas.
En efecto, el sesgo cognitivo surge como una necesidad del ser humano en su proceso evolutivo. Dado que, las personas utilizamos este sesgo para responder de manera inmediata ante cualquier situación que se nos presenta. Especialmente, cuando necesitamos responder de manera rápida ante ciertos estímulos, problemas o situaciones. Por lo tanto, este sesgo permite que nuestro cerebro formule juicios de forma inmediata.
Es importante mencionar que, el concepto de sesgo cognitivo fue acuñado por dos psicólogos de origen israelí. Los nombres de estos psicólogos son Daniel Khaneman y Amos Tverky. Esto sucedió en el año de 1972.
Características del sesgo cognitivo
Desde luego, el conocimiento de las características del sesgo cognitivo puede contribuir a comprender mejor cómo puede afectar nuestra manera de pensar y nuestro proceso de toma de decisiones. Entre algunas de sus principales características encontramos:
- Se produce de forma inconsciente: Este sesgo ocurre sin que nos demos cuenta. Porque nuestro cerebro procesa la información disponible de una manera automática e inconsciente. La persona actúa sin darse cuenta de que sus respuestas y decisiones se elaboran de forma sesgada.
- Se presenta de forma sistemática: Se presentan como patrones o tendencias erróneas en nuestro proceso de razonamiento. A menudo siguen una lógica que resulta consistente cada vez que damos una respuesta y tomamos una decisión. Por lo tanto, se manifiesta de manera repetitiva y frecuente. Es decir, que no son procesos accidentales o fortuitos.
- Se genera por aplicar un proceso de razonamiento selectivo: Las personas manifestamos una tendencia a prestar mayor atención a todo aquello que nos interesa o conocemos. Analizando toda esta información de manera detallada. Sin embargo, descartamos toda información que no esté acorde con nuestro conocimiento y experiencias.
- Afecta nuestras acciones en general y la toma de decisiones: Este sesgo puede conducirnos a dar respuestas y tomar decisiones de manera irracional. Por lo que finalmente actuamos de forma sesgada. Haciendo que nuestras actuaciones y decisiones resulten poco eficientes, o bien equivocadas.
¿Cuáles son las causas por las que se presenta el sesgo cognitivo?
Algunas de las causas más importantes por las que se origina el sesgo cognitivo son:
- El procesamiento de la información se efectúa de manera rápida y automática: La mente del ser humano utiliza procesos mentales automáticos en el procesamiento de la información. Esto con la finalidad de poder responder de forma rápida y eficiente. Esto hace que el proceso de pensamiento se simplifique y se pueda dar una pronta respuesta. Provocando el sesgo en el manejo de la información.
- Limitaciones del proceso mental: La mente del ser humano tiene limitaciones en su capacidad cognitiva. Por lo tanto, el procesamiento de información es afectado por esta limitación. Dado que, nuestro cerebro tiene restricciones para poder procesar la totalidad de la información y responder de forma rápida. Lo que nos lleva al uso de los sesgos o atajos cognitivos para poder resolver ante cualquier situación.
- Aprendizaje y experiencias pasadas: Sin duda, el conocimiento que tenemos y nuestras propias experiencias del pasado afecta nuestra forma de pensar y de actuar. Pero, fácilmente nos conduce a cometer errores de forma sistemática en el proceso de razonamiento. Por eso, damos una respuesta sesgada al buscar que lo que sabemos y conocemos se adecue a los sucesos futuros.
- El entorno social: Igualmente, tanto el entorno social y cultural puede afectar el procesamiento de la información. Puesto que, tratamos de ajustar nuestras respuestas y decisiones a las normas y creencias que compartimos dentro del grupo social al que pertenecemos. Esto sesga nuestro pensamiento y nuestra acción, porque buscamos encajar dentro del entorno social en que nos movemos.
¿Qué consecuencias puede tener el sesgo cognitivo?
Entre algunas de las consecuencias que provoca se pueden mencionar:
- Interpretación equivocada de la realidad: Este sesgo nos conduce a interpretar de manera equivocada la realidad. Inclinando nuestro proceso de razonamiento hacia ciertos datos o fuentes de información de manera seleccionada. Por ello, nos distorsiona la percepción de la realidad y genera un procesamiento parcializado de la información. Lo que limita el conocimiento objetivo y completo de la realidad.
- Incapacidad para aceptar otras opiniones: Este proceso psicológico puede dificultar la posibilidad de las personas para aceptar otras opiniones que no correspondan con las propias creencias. Dado que, al producirse de manera automática, nos sujetamos a opiniones parcializadas y sesgadas. Aunque, se nos presente información objetiva que contradiga nuestro modo de pensar.
- Proceso de toma de decisiones de manera irracional: El sesgo cognitivo nos puede arrastrar al proceso de toma de decisiones irracionales. Debido a que, al procesar de manera distorsionada la información, damos una respuesta sesgada. Esto, sin duda, no permite considerar la información en su totalidad. Sobre todo, aquella información que puede resultar relevante para tomar una decisión o para dar una respuesta.
¿Cómo el sesgo cognitivo puede afectar en el campo de las finanzas?
Desde luego, las decisiones financieras también pueden verse afectadas por el sesgo cognitivo. Estos son algunos de los ejemplos que nos pueden ayudar a entender cómo puede afectar las decisiones de tipo financiero. Claro que, solo son algunos ejemplos.
- Sesgo de aversión a la pérdida: Esto se produce cuando un inversionista se aferra a mantener, por ejemplo, alguna o algunas acciones que continuamente bajan de precio. Manteniendo la expectativa que pronto subirán de precio y que no va a tener pérdida.
- Sesgo de exceso de confianza: Por otro lado, el exceso de confianza puede llevar al inversor a tomar decisiones apresuradas de inversión. Dado que, confía que sus conocimientos son suficientes para asumir el riesgo y elegir la alternativa más exitosa. Sin embargo, puede equivocarse por no tomar en cuenta toda la información y otros factores importantes.
- Sesgo de anclaje: Ahora bien, el sesgo de anclaje se manifiesta cuando el inversionista respalda su decisión en un precio de referencia inicial. Por ejemplo, alguien que se decide a comprar una acción solo porque su precio ha bajado en relación con el precio de referencia. Pero, sin analizar otras condiciones por las cuales podría estar bajando de precio.
Conclusiones sobre el sesgo cognitivo
Para terminar, podemos concluir que el sesgo cognitivo es un proceso mental que se produce de manera automática e inconsciente. Afectando la manera como nuestro cerebro procesa la información al momento de dar respuestas y tomar decisiones.
Naturalmente, esto da como resultado que se tomen decisiones de manera irracional y consecuentemente cometamos errores. Dado que, nuestras decisiones resultan sesgadas al estar afectado nuestro proceso de razonamiento. Lo que puede resultar negativo en nuestras acciones personales, profesionales y financieras.
Claro que, los sesgos cognitivos no pueden ser eliminados. Pero, sí podemos tomar algunas medidas para minimizar su impacto. Sobre todo, tomando en cuenta toda la información, atendiendo opiniones de expertos y aprendiendo educación financiera. De esa forma, llegamos a tomar decisiones racionales.