Crisis estructural

Una crisis estructural es una situación que se presenta en la economía en la cual el desempeño de las variables macroeconómicas se afecta de forma negativa en periodos de tiempo prolongados.

Cuando se presenta una crisis estructural el PIB o Producto Interno Bruto disminuye, la tasa de desempleo aumenta, el nivel de precios disminuye hasta llegar a producir una deflación y el resultado de la balanza comercial es negativo.

Es importante mencionar que la principal diferencia entre una crisis cíclica y una estructural es el periodo de tiempo de su duración. Las crisis cíclicas son los desajustes económicos que se producen en periodos de tiempo cortos. En cambio, en las crisis estructurales, los desajustes que se producen en la economía se mantienen durante periodos de tiempo muy prolongados. Es decir, una crisis cíclica es de corto plazo y una estructural es de largo plazo.

Desde luego, para solucionar una crisis estructural se necesitan realizar esfuerzos muy profundos para volver a reactivar la economía y lograr crecimiento económico, bajar la tasa de desempleo, estabilizar de precios y mejorar la balanza comercial.  

¿Qué papel juega el tiempo en una crisis estructural?

Evidentemente, el tiempo es un elemento determinante para que una crisis sea considerada estructural. Toda crisis inicia con un desequilibrio en el sistema económico y posteriormente se puede convertir en una perturbación muy grave.

Sobre todo, cuando hay una crisis los efectos más negativos son la disminución del crecimiento económico que se refleja en el PIB. Asimismo, aumentan considerablemente las tasas de desempleo y la balanza comercial se comporta en forma negativa.

Adicionalmente, el nivel de precios baja, al punto que muchas empresas tienen que vender sus productos por debajo del costo de producción. Por esa razón, muchas empresas quiebran y el sistema financiero también se afecta negativamente.

Ahora, cuando se habla de una crisis estructural la situación adversa por la que pasa la economía se vuelve muy grave. Así, no solo afecta la situación presente, sino además las condiciones en el futuro de largo plazo de la economía. La recuperación puede resultar muy lenta y difícil. Por ello, el tiempo se convierte en un aspecto fundamental que hace que la crisis sea estructural.

¿Por qué es estructural?

Naturalmente, se considera estructural porque ocasiona repercusiones severas y graves en el sistema económico, generando procesos de depresión, el cierre de empresas y la pérdida de plazas de trabajo. Además, cabe aclarar que este tipo de crisis puede tener alcance nacional o internacional.

Por ejemplo, podemos mencionar la crisis de 1929 surgida en los Estados Unidos con el colapso de la Bolsa de Valores de Nueva York. Igualmente, la crisis financiera del año 2008 y la crisis del Covid 19. Todas estas crisis han provocado efectos muy profundos en las distintas economías del mundo y su duración ha sido de largo plazo.

Además, es estructural porque involucra un conjunto de relaciones de distintos elementos que se mantienen alteradas por periodos prolongados. Las estructuras que puede afectar una crisis de esta naturaleza pueden ser:

• Institucionales: Como el derecho de propiedad, el Estado, o los sindicatos, por enumerar algunos ejemplos.
• Físicas y geográficas: Pudiendo ser el deterioro del medio ambiente o el clima.
• Demográficas: Pudiendo ser la densidad de población tanto por edades o por ocupaciones.
• Sociales: Como las clases sociales y la economía informal.
• Técnicas: Como la implementación de tecnología y de nuevos procesos de producción.

Conclusiones

Cuando se produce una crisis estructural todas estas estructuras mencionadas en el apartado anterior pueden cambiar o modificarse, provocando movimientos y reacciones en la actividad económica. Todo esto nos permite entender que cuando la economía sufre una crisis estructural se pueden producir cambios en el aspecto político, social, jurídico, o incluso cambios en las ideas y forma de vida de las personas.

Sin duda, estos cambios se pueden dar tanto a nivel nacional como internacional. Todo dependerá de la dimensión que pueda alcanzar la crisis.

Como conclusión, se puede decir que toda crisis ya sea cíclica o estructural produce efectos negativos, tales como la disminución de los precios, la quiebra y el cierre de muchas empresas y niveles altos de desempleo. Todo esto impacta en el nivel de ingreso de la población y en su nivel de consumo. Sin embargo, el problema de la crisis estructural es que sus efectos son muy profundos y su duración es de muy largo plazo.