Igualitarismo
El igualitarismo es una corriente ideológica que defiende que todos los seres humanos son iguales a pesar de sus diferencias. Por tanto, las acciones gubernamentales y civiles en sistemas igualitarios han de perseguir esta igualdad.
El igualitarismo se basa en la premisa biológica de que todos los seres humanos pertenecemos a la misma especie. Siendo esto así, las diferencias sociales y económicas derivadas del desarrollo vital de cada persona a lo largo de los siglos es totalmente rechazable, y se debe trabajar para que todos estén situados al mismo nivel.
La corriente igualitarista, dentro de las ideologías políticas, se identifica con las doctrinas izquierdistas. De hecho, las tesis comunistas defienden un tipo de igualitarismo extremo, aunque también observamos este igualitarismo en ideologías fascistas.
Al contrario sucede en el caso de ideologías de derecha democráticas. Este rechazo del igualitarismo lo vemos con más énfasis en el liberalismo.
En el fondo se trata de un debate filosófico, se trata de interrogantes tales como: ¿Somos realmente iguales?, ¿la inteligencia puede ser un elemento diferenciador?, si partimos de la misma base, ¿cómo se han generado las desigualdades actuales?, ¿la herencia es un factor de desigualdad deseable?, ¿igualdad o libertad?, ¿es legítima la aparición de la propiedad?, ¿las desigualdades de nacimiento justifican la redistribución?
Tipos de igualitarismo
- Igualitarismo parcial: Este tipo de igualitarismo se ciñe estrictamente al ámbito de las oportunidades. Es decir, para conseguir una sociedad justa es necesario que todos los que la componen tengan acceso a desarrollar la vida a la que aspiran. Además de que ningún individuo sea discriminado en ninguna de las facetas vitales. Karl Popper se identificó con esta corriente.
- Igualitarismo liberal: Este es el igualitarismo desarrollado por el filósofo estadounidense John Rawls. No solo es necesaria la igualdad de oportunidades, además el Estado ha de intervenir para paliar lo máximo posible las desigualdades de renta.
- Igualitarismo absoluto: Es el propio de ideologías y regímenes totalitarios como los comunistas. El igualitarismo absoluto propone la eliminación de toda manifestación individualista. Es decir, las personas tienen que ser iguales en todo los planos, sin que el mérito, el trabajo y el esfuerzo supongan un elemento diferenciador. Menos aún si las diferencias las marcan factores como la inteligencia.
Características del igualitarismo
El igualitarismo, de forma genérica, posee las siguientes características:
- Se conciben todos los seres humanos como iguales.
- Todas las personas merecen el mismo trato, sin la existencia de privilegios ni discriminaciones.
- El Estado debe intervenir en la economía, provisionando todo tipo de bienes y servicios que igualen a la población.
- La igualdad de oportunidades es una idea necesaria.
- Se ha de luchar contra situaciones estructurales de pobreza y desigualdad.
- El mercado ha de estar muy limitado y regulado.
- Propiedad privada regulada y limitada.
- Se rechazan posturas ideológicas individualistas, como el liberalismo y sus subtipos.
- Se abrazan ideologías socialdemócratas, socialistas y comunistas. Depende del grado de igualitarismo.
Igualitarismo y las ideologías políticas
Como mencionamos al principio, el igualitarismo se identifica con algunas ideologías y se opone frontalmente a otras. ¿Por qué se identifica con ideologías de izquierda? Porque son las que priman la igualdad por encima de la libertad. Es decir, las decisiones en materia de libertad nunca están por encima de la igualdad. Menos en la socialdemocracia, que asegura una provisión mínima de libertades.
El valor superior de los postulados marxistas es la igualdad, todo está justificado para conseguirla. Para ello, apuesta por medidas como la eliminación de la herencia, nacionalización de los medios de producción, racionalización de bienes, educación pública y gratuita, expropiación a medianos y grandes propietarios, fuertes impuestos progresivos, centralización de decisiones económicas, etc.
Sin embargo, choca frontalmente con el liberalismo, dado que este defiende que la igualdad no solo no es algo negativo, sino que es hasta deseable y necesario la existencia de esta en cierto grado, pues es la misma desigualdad la que genera incentivos. Aunque algunas ramas menos radicales del liberalismo sí promueven la igualdad de oportunidades, así como la igualdad ante la ley y la no discriminación.
El igualitarismo, según esta corriente ideológica, es indeseable e impracticable por factores como la inteligencia y los sentimientos. Los seres humanos somos diferentes entre sí: la inteligencia, la envidia, la responsabilidad, las preferencias, los gustos, etc. son factores que impiden el desarrollo del igualitarismo.