Breve historia del liberalismo
En esta introducción a la historia del liberalismo, Álvaro Martín explicará qué es el liberalismo, describirá sus principales fases, hablará sobre sus teóricos, así como sus principales aportaciones a esta ciencia.
El concepto liberalismo ha sido siempre ampliamente utilizado en los campos de la Ciencia Económica y la Ciencia Política, para hacer referencia a distintos movimientos sociales, de desarrollo institucional o de remodelación de políticas públicas que han ido surgiendo a lo largo de la Historia. El liberalismo, tanto político como económico tiene, por tanto, multitud de acepciones y definiciones posibles a lo ancho y largo de todo el espectro político.
¿Qué es el liberalismo?
Pues bien, ¿qué es el liberalismo? El liberalismo es una ideología, o un movimiento que promueve la libertad de acción del individuo, dentro de un marco legal establecido por un Estado de Derecho, sin causar disrupción ni coacción en el área de libertad de acción de un tercero. Es decir, el liberalismo es una filosofía política y económica que aboga por salvaguardar la libertad del individuo en las distintas facetas de la vida diaria, evitando la coerción de terceros sobre las decisiones y acciones individuales, bajo el principio de no agresión. Promueve, en este sentido, la emancipación política del individuo en la sociedad. De tal manera que el individuo, a nivel de derechos y libertades, es catalogado como un ser independiente, cuyas asociaciones con otras personas o entes se realicen únicamente de manera voluntaria y pacífica.
En el campo económico, de manera generalizada —ya que el liberalismo puede abarcar desde la socialdemocracia hasta el anarcocapitalismo— la ideología liberal defiende una reducción de la intervención del Estado en la economía, y confía una mayor parte de esta al funcionamiento libre de los mercados. Esto es, deja que el mercado alcance un equilibrio óptimo a través de sus propias fuerzas y mecanismos de “autorregulación”.
¿Qué defiende el liberalismo económico?
Por ello, el liberalismo tiende a defender, de forma principal, los siguientes puntos:
- Potente defensa del derecho a la propiedad privada.
- Igualdad real ante la ley de todos los individuos e instituciones de la sociedad.
- Menor regulación de los diferentes mercados por parte de las autoridades.
- Mayor independencia, libertad y responsabilidad de los consumidores.
- Menores impuestos y reducciones de trabas al comercio y el emprendimiento.
- Menor intervención de los bancos centrales en la política monetaria y los mercados financieros.
Dichos ejemplos de políticas promovidas por el liberalismo resultan muy generales, ya que la gradación o intensidad de cada una de estas políticas dependerá efectivamente de qué tipo particular de liberalismo se defienda, existiendo; como mencionaba con anterioridad, un amplio espectro de ideologías que podrían situarse dentro del marco teórico liberalismo.
Así pues, dentro del campo del liberalismo, aquellos que abogan por una mayor intervención del Estado en la economía suelen ser los socialdemócratas, mientras que los anarcocapitalistas defienden la completa eliminación del Estado. Entre estos dos grupos encontramos asimismo otras muchas tendencias como el liberalismo clásico, el liberalismo conservador, el liberalismo tradicionalista, los minarquistas… A causa de la existencia de esta amplia diversidad de tendencias bajo un mismo concepto general, debemos relatar la historia del liberalismo desde sus bases más amplias y generales hasta el presente, pasando por algunos de sus teóricos más relevantes a lo largo de los últimos 6 o 7 siglos.
Principales fases del liberalismo económico
La historia de la teoría del liberalismo económico se divide en varias etapas o escuelas de pensamiento principales:
- Escuela de Salamanca (orígenes en S.XVI)
- Escuela Clásica de Economía (Liberalismo económico anglosajón de la Ilustración)
- Escuela Austriaca (S.XIX- actualidad)
- Escuela de Chicago (S.XX-actualidad)
- ¿Es el neoliberalismo un nuevo liberalismo?
En esta breve categorización faltan varias escuelas que podrían considerarse parte del movimiento liberal, así como importantes periodos y procesos de la historia económica y política del liberalismo, pero debido a una cuestión de espacio, en este artículos nos ceñiremos a la historia del pensamiento liberal, y a sus más relevantes escuelas.
1. Escuela de Salamanca
La Escuela de Salamanca la conformaban un grupo de teólogos y juristas españoles durante los siglos XVI y XVII, cuya tarea principal fue renovar el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, para introducir avances en el campo jurídico, teológico, social y económico, propios del humanismo renacentista. Muchos de estos descubrimientos proceden de hitos tales como el descubrimiento de América o la reforma protestante de inicios del siglo XVI.
El dominico encargado de sentar las bases de dicha escuela de pensamiento fue el teólogo Francisco de Vitoria, catedrático de la Universidad de Salamanca a comienzos del siglo XVI. Prácticamente todos los miembros de la Escuela de Salamanca en sus orígenes eran escolásticos, pero solo una minoría del conjunto de los escolásticos de la época pertenecían a la Escuela de Salamanca. Algunos de los escolásticos más relevantes de la época, pertenecientes a dicha escuela fueron: el ya mencionado Francisco de Vitoria, Juan de Mariana, Luis de Molina, Domingo de Soto, Tomás de Mercado… Entre estos, los más conocidos hoy en día son Francisco de Vitoria y Juan de Mariana, por sus contribuciones al Derecho y la Economía.
¿Cuáles fueron las principales aportaciones de la Escuela de Salamanca?
Todo comenzó con el reconocimiento de la propiedad privada como pilar fundamental para el desarrollo económico, acorde a las teorías de la Escuela de Salamanca. El pensamiento tomista ya reconocía la propiedad privada como un factor importante para el desarrollo socioeconómico, idea que reafirmaron algunos teólogos como Juan de Mariana, y matizaron otros, como Domingo de Soto. Este último, debido a la tendencia pecaminosa del hombre, veía la propiedad privada como necesaria, pero un elemento insuficiente por sí solo para el completo desarrollo de la sociedad.
Otra de las aportaciones clave de la Escuela de Salamanca fue su teoría sobre la inflación monetaria, desarrollada por el padre Juan de Mariana a través de su obra Tratado y discurso sobre la Moneda de Vellón, en la que explica cómo a través de la devaluación de la moneda y la expansión del volumen de divisa circulante en la economía esto podría causar un aumento de los precios a través de una contracción del poder adquisitivo (valor) de dicha divisa. Esto se puede y debe relacionar, asimismo, con el estudio de Martín de Azpilcueta sobre la influencia de la llegada masiva de metales preciosos de América (expansión de la masa monetaria) sobre los precios de los bienes y servicios en España, lo cual se vio demostrado e la práctica con la Revolución de los Precios en Europa a finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII.
La influencia de la Escuela de Salamanca llegó a teóricos tan relevantes como Adam Smith o Friedrich A. von Hayek, pertenecientes a escuelas de pensamiento económico posteriores.
Escuela Clásica de Economía
La Escuela Clásica de Economía, y sus miembros, conocidos como los economistas clásicos fueron los primeros economistas en exponer la idea del libre mercado como sistema de mayor eficiencia para la sociedad, a la par que su forma natural de organización. La economía clásica se encuentra fuertemente influenciada del mercantilismo y de los fisiócratas franceses, factor que se observa en muchas de las ideas de algunos de los economistas clásicos más relevantes como Adam Smith, David Ricardo, o John Stuart Mill, todos ellos británicos y defensores de las ideas ilustradas.
Adam Smith fue autor de dos obras a lo largo de toda su vida. La primera Teoría de los sentimientos morales, publicada en 1759, es un tratado sociológico acerca de la conducta humana y las relaciones entre los individuos. Su segunda obra, a la que debe su fama, sí es de contenido puramente económico, siendo esta La riqueza de las naciones, en la cual, grosso modo, destaca por exponer la teoría del valor-trabajo previamente a Karl Marx, considerando que el valor de los bienes producidos era determinado por los costes de producción, entre los cuales el más importante resultaba ser la cantidad de trabajo destinado a la fabricación de dicho bien. Smith también es ampliamente conocido por su exposición desde su punto de vista de las virtudes del libre comercio, y asimismo de la división del trabajo y la especialización en las cadenas de producción, explicando cómo esta organización a nivel de sociedad llevaría a una mayor productividad y más eficiente asignación de los recursos disponibles.
En segundo lugar, encontramos a David Ricardo, economista británico del siglo XIX, muy conocido por su obra Principios de Economía Política y Tributación, así como sus colecciones de ensayos sobre el funcionamiento de los mercados y el comercio internacional. Ricardo es recordado hoy en día por su teoría de la especialización comercial, en la que incluye las ventajas comparativas. Es decir, Ricardo proponía que cada país produjera un número mínimo de bienes en los cuales estuvieran especializados al ser más eficientes en su producción que el resto de los países de su entorno, exportando así cada nación los bienes que producen de manera más eficiente e importando el resto de bienes necesarios, generando de esta manera valor a través del comercio internacional.
John Stuart Mill fue un economista y filósofo británico, muy cercano a las teorías utilitaristas en economía y al liberalismo político, con obras de histórico prestigio como Sobre la libertad. En Economía, Mill destaca por su apoyo al empirismo asociado al utilitarismo económico. Es decir, tratar de maximizar la utilidad o bienestar de la sociedad a través de la implementación de aquellas medidas que previamente han demostrado funcionar en la práctica, calculando dicho efecto de manera agregada sobre el total de la población, y no a través de los efectos sobre el individuo. Mill destaca por su teoría del valor de uso de los bienes, calculando su valor en función de su utilidad (siendo esta una de las muchas teorías de las que más tarde bebería la teoría del valor subjetivo austriaca), y por su estudio sobre la formación de los salarios en un mercado libre.
Escuela Austriaca
La Escuela Austriaca es el origen de numerosos conceptos económicos aplicados al análisis marginal (utilidad marginal, coste de oportunidad…) que estructuran la economía contemporánea. Los dos discípulos principales y directos del fundador de la Escuela Austriaca de Economía, Carl Menger fueron Friedrich von Wieser y Eugen Böhm-Bawerk, defensores de la teoría del valor subjetivo y el marginalismo. Esta escuela continuó desarrollándose en Austria durante el periodo de entreguerras, a través de las figuras de Ludwig von Mises y de Friedrich A. von Hayek. Toda una serie de autores que conforman hoy en día la memoria de la Escuela Austriaca fueron los ya mencionados Carl Menger y Friedrich von Wieser, aparte de algunos autores menos conocidos como Oskar Morgenstern, Hans Mayer, Robert Meyer…
La emigración de estos economistas, a menudo forzada, durante la década de 1930, a causa del antisemitismo Nazi que asolaba Austria (sobre todo a partir de 1938) no significó la muerte de su tradición académica. En particular, la llegada a los Estados Unidos de Mises y de Hayek, dio origen, después de la Segunda Guerra Mundial, a una nueva generación de autores inspirados por el análisis austríaco, principalmente, Kirzner y Rothbard que, a su paso, añadieron su granito de arena a la Escuela Austriaca.
Hoy en día, los autores más conocidos de la Escuela Austriaca son Friedrich von Hayek y Ludwig von Mises.
Friedrich Hayek trabajó sobre todo en el estudio de los ciclos económicos, exponiendo la importancia de la información en los mercados y mostrando cómo las sociedades liberales podían prosperar sin planificación central.
En 1931, después de una formación intelectual en Viena bajo la tutela de Friedrich von Wieser, comienza a impartir cátedra en la London School of Economics. Durante la guerra, escribió su gran crítica del totalitarismo: Camino de Servidumbre.
Hayek concluye en Camino de Servidumbre que la planificación central es impracticable. La información económica que los planificadores centrales requieren se encuentra dispersa por toda la economía es solo parcial y efímera. La información y conocimiento total acerca de ella se encuentra fuera del alcance de un único hombre; sin embargo, forma la base de la planificación personal de millones de individuos, mientras el mercado coordina las acciones.
En 1950, Hayek se trasladó a la Universidad de Chicago, donde trabajó en trazar los límites del método científico en la comprensión de la sociedad, y desarrolló su ideal sobre como las instituciones humanas evolucionan de manera natural, sin necesidad de una planificación centralizada.
La idea de Hayek según la cual un gobierno liberal debería mantener las leyes de la justicia, a través de un Estado de Derecho fuerte y estable, pero sin dirigir autoritariamente la sociedad, se resume en Los Fundamentos de la Libertad. Hayek describió esta idea en tan solo tres palabras: Ley, Legislación y Libertad.
Por otro lado, Ludwig von Mises se unió a la Escuela Austriaca tras leer Principios de Economía de Menger. En los seminarios de Böhm-Bawerk en Viena, se interesó por la teoría monetaria. En 1912, con tan solo 31 años, publica la Teoría del dinero y el crédito en la cual aplica el análisis de utilidad marginal a los medios de intercambio.
Mises ejerció como economista jefe de la Cámara de Comercio de Viena y, del 1913 al 1934, organizó seminarios privados en la Universidad. Su libro Socialismo, de 1922, expone que, sin un sistema de precios efectivo, las sociedades socialistas nunca podían desarrollar un cálculo económico eficiente y racional, lo que se presenta de manera más condensada en su paper La imposibilidad del cálculo económico en el socialismo.
Tras el ascenso de Hitler al poder, Mises se instaló en Suiza, y tras ello en Estados Unidos. Allí, escribió La Acción Humana, publicado en 1949, un libro en el cual explica la economía como una ciencia deductiva, y no predictiva.
Escuela de Chicago
La Escuela de Chicago comenzó siendo una corriente de pensamiento en defensa del libre mercado, en la segunda mitad del siglo XX. La Escuela de Chicago se opuso frontalmente a la teoría económica keynesiana y las políticas fiscales expansivas. Son una de las principales escuelas de pensamiento económico enmarcadas dentro del concepto de “economía neoclásica”, realzando la figura del homo economicus propia de la teoría racionalista respecto a las expectativas y comportamiento de los consumidores. La Escuela de Chicago la funda George Stigler, recibiendo el Premio Nobel en 1982.
Tan solo 6 años antes recibía el Premio Nobel Milton Friedman, uno de los principales economistas de la Escuela Austriaca, conocido por sus estudios sobre teoría monetaria y las relaciones entre el crecimiento de la masa monetaria, el crecimiento económico, y la inflación subyacente. Una de sus obras más destacadas es Historia monetaria de los Estados Unidos, que escribió junto a Anna Schwartz.
¿Es el neoliberalismo un nuevo liberalismo?
Durante los últimos años es frecuente escuchar el término neoliberal para describir a alguien cercano a las ideas de liberalización de los mercados y mínima interferencia del Estado en la economía, previamente descritas. Pero ¿de donde surgió el término “neoliberalismo?
El término neoliberalismo fue acuñado por primera vez en el año 1938 de la mano del académico ruso Alexander Rüstow, en el año 1938, tratando de describir una teoría socioeconómica que representara una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo, haciendo referencia por lo tanto a una especie de socialdemocracia, tratando así de diferenciarlo del liberalismo clásico o las teorías del laissez faire. Asimismo, la ideología que más se asemeja a aquello a lo que se refería Rüstow hace 81 años, sería la economía social de mercado, conocida hoy en día como socialdemocracia, tal y como hemos expuesto anteriormente.
Si acudimos a las obras de cualquier economista liberal clásico o libertario, de los previamente descritos, veremos que nunca emplearon dicho término para hacer referencia a su ideología ni sus propuestas económicas.
En la última década el término “neoliberalismo” tiene un carácter peyorativo, y es empleado casi exclusivamente por parte de economistas más intervencionistas o cercanos al socialismo de mercado, como es el caso de Paul Krugman o Joseph Stiglitz. Con todo, sigue sin ser un término aceptado por los economistas de corriente liberal, que prefieren denominarse como “liberales”, “libertarios” (con la debida diferenciación que esto conlleva), o “capitalistas”.
Así pues, más allá de los juicios de valor que inclinarían la balanza sobre lo mejor o peor de la corriente, más allá de la ideología de quien transmite el término e incluso obviando los orígenes de quien lo acuñó, si nos ceñimos estrictamente a la idea bajo la que nació el término neoliberalismo, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el concepto de neoliberalismo está más cerca de la socialdemocracia que del liberalismo. Lo cual no es bueno, ni malo, mejor ni peor, simplemente es lo que nos dicta el conocimiento de la historia.
Artículo redactado por Álvaro Martín. ( @alvaromartinbcs)