¿Cómo se presenta el panorama de la economía mundial en este nuevo año? Y sobre todo, ¿cómo puede afectar a tu bolsillo lo que ocurre en el mundo económico?
En un artículo anterior, publicábamos un resumen de cómo nos podían afectar las tendencias de la economía mundial en 2024. Eso es importante para entender dónde estamos, y ahora toca mirar hacia adelante.
Así que empecemos con el primer reto para la economía mundial.
1. Tipos de interés vs inflación: el eterno dilema
La apreciación del dólar ha encontrado con el paso cambiado al resto de bancos centrales, que ya estaban listos para bajar los tipos de interés
El año 2024 terminó con una bajada de la inflación en casi todo el mundo. Gracias a ello, muchos bancos centrales han aprovechado para bajar los tipos de interés. Pero cuidado, todavía es pronto para echar las campanas al vuelo.
La cuestión es que en Estados Unidos ha ganado las elecciones un señor que se llama Donald Trump, y propone, entre otras cosas, poner trabas a los productos importados.
Si eso pasara en otro país, a lo mejor ni siquiera nos enterábamos. Pero ocurre en la primera economía del mundo, así que nos afecta a todos.
¿Cuál es el problema? Básicamente, los mercados esperan que este proteccionismo va a reducir la oferta de dólares en el resto del mundo. Y esto ha fortalecido al dólar con respecto a las otras monedas.
Esta apreciación ha encontrado con el paso cambiado al resto de bancos centrales, que ya estaban listos para bajar los tipos de interés.
Ahora tienen un dilema: si mantienen tipos altos, en un contexto de menos crecimiento, pueden hacer sufrir a la economía real. Si los bajan, corren el riesgo de que sus monedas se queden todavía más lejos del dólar.
El reto consiste, entonces, en encontrar un nuevo equilibrio entre tipos de interés, inflación y valor de la moneda. En otras palabras, bajar el coste financiero de familias, gobiernos y empresas, sin que se disparen los precios ni haya turbulencias en el frente cambiario. Como te puedes imaginar, no es una tarea fácil.
Ya sé que esto puede parecer un problema de economistas, pero todo lo que te he mencionado puede afectar directamente a tu bolsillo.
No solo si tienes inversiones o ahorros en dólares. Esto también impacta en el precio de la compra o la gasolina, y en la actividad y el empleo del país donde vivas.
2. Trumpnomics, una palabra que no debes olvidar este año
El dólar se ha fortalecido gracias a las promesas proteccionistas de Trump, pero también hay factores que pueden actuar en sentido contrario
Esto nos lleva a mirar a Estados Unidos, que merece un capítulo aparte.
Primero, las promesas de Trump de cerrar la economía a las importaciones han cambiado las expectativas de los mercados. ¿Es lógico, no? Si los norteamericanos van a comprar menos al resto del mundo, entonces los que exportan a EE. UU. van a ingresar menos dólares.
El problema es que, en la práctica, muchos de esos dólares nutren los mercados financieros. Así que se espera una cierta escasez de dólares, y como los mercados suelen adelantarse a los problemas, se han lanzado a comprar. Por eso ha subido el dólar a finales del año pasado.
Hasta aquí, todo muy sencillo, ¿no? Pues espera, porque la cosa se complica bastante.
Lo que ocurre es que al mismo tiempo la Reserva Federal está bajando los tipos de interés. En general, esto hace menos rentables los activos financieros en Estados Unidos. Lo cual, como te puedes imaginar, empuja a muchos inversores a buscar nuevos horizontes en otros países.
Al hacerlo, deben desprenderse de sus dólares para comprar la moneda del país donde van a invertir. Cuando eso ocurre, la oferta de dólares crece y su precio baja.
Para complicar más las cosas, los aranceles a los productos importados suelen tener impacto en la inflación. Esto reduce más todavía la rentabilidad real de las inversiones, y alimenta el proceso bajista que acabamos de comentar.
¿Pero entonces, en qué quedamos? ¿Qué va a pasar con el dólar? Nadie tiene la bola de cristal, y aquí tampoco pretendemos hacer predicciones, pero podemos mirar los datos.
La realidad nos dice que, de momento, el dólar se ha fortalecido gracias a las promesas proteccionistas de Trump, que la prensa llama Trumpnomics. Pero también hay factores que pueden actuar en sentido contrario. El tiempo dirá cuáles prevalecen.
3. Cuando Estados Unidos tose…
Para los que saben moverse, un dólar fuerte no es un mal contexto para las inversiones
Ya habrás oído decir que, cuando Estados Unidos tose, el mundo se resfría. Incluso hemos publicado un artículo donde lo explicamos en detalle. Pero vamos a ver cómo están las cosas de cara al 2025.
La pregunta que acabas de hacerte, sobre qué pasará con el dólar, no es exclusivamente tuya ni de los que lean este artículo. Se la están haciendo en todo el mundo, porque de su respuesta dependen muchas cosas.
Sobre todo para las economías emergentes, sobrevivir con un dólar fuerte no es fácil. Suelen caer los precios de las materias primas, así que el negocio de la exportación se ve afectado. La moneda local se deprecia, las importaciones se vuelven más caras y aumenta el coste de vida.
La contracara es que, para los que saben moverse, no es un mal contexto para las inversiones. Los que tienen ahorros o inversiones en dólares salen ganando. Y si suben los tipos de interés, incluso productos sencillos en moneda local como los depósitos a plazo se pueden volver más rentables.
Además, piensa que con un dólar fuerte, el impacto de las inversiones extranjeras se multiplica. Si cada dólar vale más en moneda local, cuando llega una inversión desde otro país, entra más dinero que antes.
Por eso, un dólar fuerte suele generar preocupación en los emergentes. De todas maneras, como hemos visto también hay factores que pueden actuar en sentido contrario, así que no des nada por hecho.
Si vives en alguno de esos países, especialmente en el mundo hispano, esto puede afectarte, así que te conviene estar atento a las noticias sobre el dólar. Recuerda que no es un tema solo de inversiones, sino que incluso impacta en tu coste de vida.
4. La tecnología, más importante que nunca
Históricamente, los cambios disruptivos en la tecnología suelen ir acompañados de grandes cambios en la economía
Cuando hablamos de economía la gente automáticamente piensa en el dinero, en las compras diarias o incluso en los mercados financieros. Pero hay muchos otros factores que debes tener en cuenta. Uno de ellos es la tecnología.
Como sabes, la tecnología siempre ha sido fundamental para la economía. De hecho, es una relación tan antigua que ya existía cuando el hombre fabricaba herramientas para cazar y sobrevivir en la naturaleza.
Históricamente, los cambios disruptivos en la tecnología suelen ir acompañados de grandes cambios en la economía. Y ocurre que ahora mismo estamos viviendo una de esas épocas.
Por un lado, las criptomonedas y la tecnología blockchain están revolucionando el mundo financiero. Muchos países buscan regular estas realidades, mientras que en otros se prefiere dar más libertad al mercado. En cualquier caso, van ganando peso y es importante conocerlas bien.
El otro gran pilar del cambio tecnológico son los robots y la Inteligencia Artificial. Es difícil medir su impacto, porque la tecnología avanza muy rápido y lo que ayer parecía imposible, hoy puedes encontrar un algoritmo que lo hace.
En este tema también hay posturas dispares. En la Unión Europea, por ejemplo, el foco está puesto en la regulación. Mientras tanto, otros países buscan convertirse en polos de desarrollo con reglas más permisivas.
Pero esto, ¿cómo te afecta a ti? Piensa en la IA como un instrumento de trabajo. Tareas que antes te llevaban tiempo y esfuerzo, ahora las puedes agilizar con la ayuda de un algoritmo.
No es que vayas a dejar de trabajar, pero seguramente lo harás de otra manera. Cuando aparecieron los ordenadores, no desapareció el trabajo humano. Pero la forma de trabajar cambió completamente.
El reto de la economía mundial (y esto te incluye a ti) es conocer estas capacidades, y aprovecharlas al máximo en el terreno de cada uno.
5. Dos viejos conocidos: el crecimiento y el empleo
Si la economía crece, para ti son buenas noticias, pero solo si ese crecimiento se debe a que ha subido la productividad
Sí, ya sé que siempre los mencionamos, pero no podemos dejar de hacerlo. Cuando hablamos de economía, ¿cómo no nos vamos a preocupar por el crecimiento y el empleo?
La mayoría de nosotros vive de un salario que hemos ganado trabajando. Por eso es fundamental que en el país donde vivimos se estén creando puestos de trabajo.
Y no creas que esto te afecta solo si estás desempleado. Si tienes trabajo, también te beneficia que en tu sector haya oportunidades.
Primero, porque si las cosas van mal, vas a agradecer que sea más fácil encontrar otro trabajo. Pero también porque las empresas tendrán que competir por encontrar trabajadores, y eso tiende a subir los salarios de los que ya están empleados.
Ahora imaginemos que estos problemas no te afectan. Ya sea porque tienes seguridad laboral de por vida, o porque vives de una jubilación o de rentas patrimoniales. Si es así, a lo mejor crees que no tienes nada que ver con el mercado laboral.
Pues bien, en ese caso, siento decirte que te equivocas. Porque la creación de empleo a lo mejor no te afectará directamente, pero sí el crecimiento de la economía.
El motivo es que, cuando crece la productividad, la economía puede producir más bienes y servicios, y más baratos que antes. Y eso se traduce en una mejor calidad de vida para todos, no solo para los que trabajan en esos sectores.
Eso significa que, si la economía crece, para ti son buenas noticias. Pero solo si ese crecimiento se debe a que ha subido la productividad.
Y precisamente, lo que hacen tecnologías como la IA es potenciar la productividad. Por eso, el reto de la economía mundial es aprovecharla para crecer y crear empleo. El tuyo, llevarla a tu realidad de cada día.