Sesgo de disponibilidad
El sesgo de disponibilidad es un atajo mental que consiste en tomar nuestras decisiones basadas en la información que ya tenemos o conocemos. Sin buscar otras fuentes de información que puedan resultar útiles.
En otras palabras, podemos decir que este sesgo se produce cuando tomamos una decisión fundamentada en lo primero que se nos viene a la cabeza. Haciendo que no tomemos en cuenta otras fuentes de información o bien otros datos que puedan resultar relevantes. Lo que nos conduce a tomar decisiones poco racionales o sesgadas.
En efecto, las personas tenemos la tendencia a considerar probabilidades de que un evento suceda. Pero, con este sesgo de pensamiento, la probabilidad está apoyada en la información que recordamos o la información que encontramos fácilmente.
Desde luego, esto sucede debido a que nuestro cerebro en el proceso de pensamiento acumula y recupera información. Sin embargo, nuestras decisiones se ven afectadas por el sesgo de disponibilidad. Dado que, en este caso, el cerebro utiliza la información que es más importante o que más se relaciona con nuestras experiencias del pasado.
Por ese motivo, el proceso de toma de decisiones resulta sesgado. Porque el cerebro recuerda solamente aquella información que resulta más memorable o que hemos encontrado recientemente. Las personas llegamos a suponer que es más probable que un evento llegue a suceder porque lo recordamos fácilmente.
Características del sesgo de disponibilidad
Naturalmente, el conocer las características del sesgo de disponibilidad nos ayuda a entender cómo se presenta. Entre las principales características de este sesgo encontramos:
1. Dar mayor importancia a la información que recordamos fácilmente y a los eventos recientes
Generalmente, le damos más peso a la información que nos resulta más fácil de recordar. Así como, a los eventos que han sucedido recientemente. Haciendo que al momento de tomar decisiones no busquemos otras fuentes de información. Decidiendo sobre la información que recordamos y que se encuentran más fresca en nuestra memoria.
2. Inclinación hacia la información mediática
También, toda la información que nos llega a través de los medios de comunicación tiene gran influencia sobre nuestras percepciones y decisiones. Esta información es de fácil acceso, pero puede estar sesgada por los medios de comunicación. De la misma forma, damos más importancia a los eventos negativos. Por lo que, pensamos que es más probable que sucedan sucesos adversos.
3. Influencia de las vivencias y experiencias
Por otro lado, nuestro cerebro recuerda más aquellas vivencias o experiencias que tienen más carga de emoción. Por lo que, una experiencia intensa, positiva o negativa puede influir sobre nuestras decisiones y en nuestra conducta general. Además, suponemos que un evento es más probable que suceda porque lo recordamos fácilmente. Aunque, los datos históricos demuestren lo contrario.
4. Dificultad al evaluar riesgos de forma objetiva
Sin duda, el sesgo de disponibilidad puede afectar la evaluación de riesgos. Puesto que, al basar el proceso de decisión en la información más accesible e inmediata. Dejamos de lado el análisis riguroso y objetivo de otros datos y fuentes importantes. Que pueden ofrecer criterios de decisión más sólidos.
¿Cuáles son las causas por las que se presenta el sesgo de disponibilidad?
Algunas de las causas que originan el sesgo de disponibilidad son:
- Exposición habitual a la información de los medios de comunicación: Las personas estamos expuestas a toda la información que transmiten los medios de comunicación. Esta información que recibimos de manera sostenida puede afectar nuestras percepciones y el proceso de toma de decisiones.
- Experiencias y vivencias: Las experiencias y vivencias intensas son almacenadas más fácilmente en nuestro cerebro. Por lo tanto, quedan como información accesible y fácil de recordar al momento de tomar una decisión.
- El ahorro de tiempo y energía: Los seres humanos buscamos optimizar el trabajo mental. Por esa razón, buscamos dar respuestas de manera rápida, disponiendo de la información que recordamos y de los eventos que acabamos de vivir. Como una forma natural de adaptarnos y sobrevivir en nuestro entorno.
- El entorno social: El entorno social puede reforzar el sesgo de disponibilidad. Debido a que, si en los grupos sociales en los que compartimos, manejamos la misma información. Resulta para nosotros más fácil de almacenar y recordar. Convirtiéndose en información que confirma nuestras ideas y experiencias. Sin embargo, esto puede sesgar nuestro comportamiento y la toma de decisiones.
¿Qué consecuencias puede tener el sesgo de disponibilidad?
Las consecuencias o implicaciones más comunes del sesgo de disponibilidad son:
- Toma de decisiones sesgadas o erróneas: El hecho que basemos la toma de decisiones en la información accesible y en la experiencia. Ocasiona que tomemos decisiones erróneas o sesgadas por no tomar en cuenta todas las fuentes de información. Lo que conduce a una evaluación incompleta de la situación.
- Sobreestimación o subestimación de probabilidades: Cuando nuestras decisiones no se fundamentan en datos reales y objetivos sobre probabilidades reales. Podemos llegar a sobrestimar o subestimar la probabilidad de que ocurran ciertos eventos. Haciendo que nos equivoquemos en nuestros juicios, percepciones y en la búsqueda de soluciones.
- Limita nuestra capacidad de decisión: Nuestra capacidad de decisión se ve limitada al confiar únicamente en la información que tenemos accesible. Sin preocuparnos de buscar otros puntos de vista o datos objetivos y fundamentados para tomar una decisión. Llevándonos a tener una visión limitada y sesgada de los acontecimientos.
¿Cómo el sesgo de disponibilidad puede afectar en el campo de las finanzas?
Claro que, el sesgo de disponibilidad puede afectar en el campo de las finanzas. Algunas de las áreas donde puede afectar son:
1. La información de mercado
Para comenzar, la información que recibimos en los medios de comunicación sobre el comportamiento de los mercados afecta nuestras decisiones de inversión. Si hay expectativas pesimistas nos da miedo a invertir. Perdiendo en muchas ocasiones buenas oportunidades de inversión.
Mientras que, si hay expectativas optimistas, se produce un deseo impulsivo de invertir. Llevando muchas veces a tomar decisiones de inversión muy riesgosas. Por ejemplo, si escuchamos noticias que el bitcoin ha observado un aumento significativo de precio. Posiblemente, nos veamos impulsados a invertir en esta moneda. Pero, sin hacer un análisis más minucioso de la situación.
2. Evaluación incorrecta de riesgos financieros
Adicionalmente, el sesgo de disponibilidad puede llevarnos a evaluar de manera incorrecta los riesgos asociados a una inversión. Por ejemplo, si ocurre que muchos inversionistas conocidos en el mercado han tenido mucho éxito en cierto tipo de acción. Pensamos en la probabilidad que si nosotros invertimos en ese tipo de acción obtendremos resultados de éxito. Lo que conlleva asumir riesgos excesivos.
Por el contrario, si han perdido mucho dinero en ese tipo de acción. Igualmente, consideramos que nos sucederá lo mismo. Por lo que evitamos invertir por el temor a la pérdida. Desaprovechando en muchas ocasiones oportunidades importantes de inversión.
¿Cómo se puede evitar el sesgo de disponibilidad?
Algunas de las recomendaciones para evitar este sesgo son:
- Consultar datos históricos y estadísticas actualizadas de los mercados financieros.
- Consulta diversas fuentes de información financiera confiables.
- Toma en cuenta opiniones y puntos de vista de profesionales de las finanzas.
- Evaluar diferentes escenarios para tener una visión más completa.
- Elaborar un análisis objetivo sobre riesgos y oportunidades.
- Evitar tomar decisiones impulsivas e irracionales.
Conclusiones sobre el sesgo de disponibilidad
En conclusión, podemos afirmar que el sesgo de disponibilidad se presenta cuando el ser humano utiliza su memoria y experiencia para simplificar el proceso de toma de decisiones. Es decir, que el ser humano toma sus decisiones con la información que recuerda y por los sucesos que recientemente ha vivido. Como consecuencia, toma decisiones poco consistentes y hasta erróneas. Debido a que, no se encuentran respaldadas en datos científicos y racionales.