El rebalanceo es una maniobra de inversión que se utiliza para reajustar tanto el riesgo como la composición de una cartera o portafolio de inversión.
Es decir que, el rebalanceo es un conjunto de operaciones de compra y venta de los activos de un portafolio de inversión. Este proceso debe realizarse de forma periódica con el propósito de ajustar la cartera de inversión a la estrategia de inversión original.
Es importante aclarar que, cuando se diseña un portafolio de inversión, pueden incluirse diversos activos. El portafolio o la cartera de inversión contiene una combinación de instrumentos de inversión del mercado de capitales, instrumentos de deuda e instrumentos de inversión. Tales como acciones, bonos, fondos cotizados en bolsa, oro, entre algunos de los más empleados.
Desde luego, esta combinación debe estar de acuerdo con los objetivos financieros del inversor. Así mismo, adaptarse al nivel de aversión al riesgo del inversionista. Pero, como todos sabemos, el mercado financiero no permanece estático. Lo que significa que día a día se registran movimientos que pueden provocar que nuestra cartera de inversión se aleje de las metas iniciales propuestas.
En consecuencia, se debe aplicar el ajuste de una nueva combinación de activos con el fin de seguir alcanzando los objetivos de inversión. De acuerdo con el perfil de riesgo del inversionista. Esto significa que el rebalanceo vuelve a adecuar la combinación del portafolio a la estrategia inicial de inversión.
Efectivamente, para realizar el proceso de rebalanceo de la cartera debe buscarse el mejor momento. Pero, también, la manera más apropiada de efectuarlo para lograr que el impacto de los costos sea el mínimo posible.
En pocas palabras, el rebalanceo se usa para ajustar de manera periódica la compra y venta de diferentes activos de una cartera de inversión. Con el fin de mantener el nivel de riesgo y el retorno esperado. De manera que, se vuelva a reequilibrar para acoplarse a la estrategia de inversión original.
Tipos de rebalanceo
Entre los principales tipos encontramos:
1. Por calendario o periódico
Para comenzar, el rebalanceo por calendario es el más simple y sencillo de aplicar. Dado que, solo se elige una fecha específica del calendario para hacer el reajuste de la cartera. Para esto, no se toma en cuenta las desviaciones porcentuales que ha tenido la cartera frente a la posición inicial.
Claro que, su principal beneficio es la manera simple de efectuarse. Sin embargo, tiene inconvenientes, como el no permitir aprovechar las subidas que se presentan en el mercado y además puede resultar muy costoso.
2. Estratégico o por bandas
Por otra parte, el rebalanceo estratégico se produce cuando la gestión del ajuste de la cartera de inversión se ejecuta de forma periódica. Esto implica que, la asignación de los activos se lleva a cabo de acuerdo con una distribución previamente determinada. Ahora bien, hay que hacer un ajuste cuando un activo se desvía de un porcentaje establecido, un 5% por ejemplo.
Generalmente, este tipo de rebalanceo persigue mantener constantes los niveles de riesgo y el retorno de los activos en el largo plazo. Para poner un ejemplo, si se define una banda de tolerancia del 5% para una asignación de un 60% en acciones. Solo se reequilibra la cartera si la asignación de las acciones se desvía más del 65% o menos del 55%.
Sin duda, el objetivo de este proceso es aprovechar lo mejor posible los momentos alcistas del mercado, sin aumentar el nivel de riesgo. Pero, a la vez, exige un constante monitoreo de la cartera, para actuar rápidamente ante las alzas y bajas de los activos de inversión dentro del mercado.
Ventajas de aplicar el proceso de rebalanceo
Algunas de las ventajas más importantes son:
- Mejor gestión del riesgo: Permite gestionar y controlar de mejor forma el riesgo. Puesto que, al reajustar la distribución de los activos, se busca alcanzar un mayor rendimiento. Pero, sin exposición extrema al riesgo.
- Aprovechar al máximo las oportunidades del mercado: El reequilibrio de una cartera es un proceso de compra y venta de activos financieros. Claro que, la idea es comprar activos que se encuentren infravalorados y vender los activos sobrevalorados. Con esto se pretende aumentar el rendimiento de la cartera.
- Mantener una estrategia de inversión a largo plazo: Permite que los objetivos propuestos de la inversión inicial se mantengan lo más estable posible, así como el nivel del riesgo. Por ese motivo, se logra mantener una estrategia de inversión a largo plazo.
- Adaptación constante a los cambios: El rebalanceo ayuda a ajustarse mejor a las condiciones y cambios que se presentan en el mercado. De manera que, haya congruencia con los objetivos iniciales y el nivel de aversión al riesgo del inversionista.
- Mantener una disciplina en la inversión: El reequilibrio promueve el proceso de toma de decisiones de inversión racionales y coherentes. De forma que, se evita que los inversionistas tomen decisiones de forma impulsiva y basados en sus emociones.
Desventajas de aplicar el proceso de rebalanceo
Algunas de las desventajas más importantes son:
- Costos y comisiones: El proceso de reajuste se basa en la compra y venta de activos y esto genera costos. Especialmente costos de transacción y comisiones al momento de comprar y vender los activos. Esto, de alguna manera, reduce el rendimiento del retorno de la inversión.
- Impacto fiscal: Al momento de vender activos a precios más altos de cómo se compraron, se producen ganancias. La obtención de ganancias genera el pago de impuestos. Lo que finalmente puede afectar el rendimiento neto de la inversión.
- Pérdida de activos valiosos: Con el reequilibrio siempre se corre el riesgo que se puedan vender activos que en el futuro aumenten su valor. Lo que implica la pérdida de un activo valioso.
- Puede ser un proceso complejo: En el rebalanceo se requiere un estricto seguimiento de los movimientos del mercado. Puesto que, se deben tomar decisiones racionales y objetivas. Esto puede resultar un proceso complejo y que requiere mucho tiempo para poder realizarlo con éxito.
- Desviación de la estrategia de inversión: Con el reequilibrio constante de una cartera de inversión se puede perder el objetivo de la inversión. Es decir que, si el mercado se ve afectado por muchos cambios, puede impulsar cambios en la combinación de activos que pueden resultar excesivos. Lo que puede ocasionar la pérdida de una estrategia de inversión que resulte sólida en el largo plazo.
Conclusiones sobre el rebalanceo
En conclusión, se puede afirmar que el rebalanceo resulta ser una herramienta muy importante para ser aplicada en los mercados financieros. Debido a que, los mercados son muy cambiantes y dinámicos. Pero, el reequilibrio del portafolio asegura que la estrategia de inversión se mantenga en el largo plazo conforme a los objetivos y el nivel de aversión al riesgo por parte del inversionista.
Adicionalmente, se convierte en un proceso disciplinado que permite mantener un equilibrio adecuado entre el nivel de riesgo y el retorno esperado. Lo que obliga al inversionista a tomar decisiones racionales y objetivas. Evitando las decisiones irracionales y emocionales motivadas por la euforia o el pánico generado en el mercado financiero.