Precarización
La precarización es un proceso por el cual se empeoran las características y condiciones de un área determinada, normalmente el laboral.
Cuando hablamos de precarización nos referimos a un proceso. Si bien la precariedad es el hecho en sí, la precarización es el camino que recorre un determinado sector hasta conseguir ser precario. Es una situación que se suele aplicar al mercado laboral y a las condiciones de trabajo, pero puede exportarse hacia otros campos muy diversos.
Algo precario es algo de muy mala calidad, por tanto, puede usarse en otros ámbitos. Si decimos que una vivienda es precaria, decimos que es de mala calidad. Si lo aplicamos a la situación económica, hablamos de un contexto adverso: inflación, desempleo, elevados impuestos, baja productividad, etc.
¿Qué es la precariedad?
Una vez definido el significado de “precario”, es conveniente ver que es la precariedad, ya que la precarización es el proceso hasta llegar a ella.
Como mencionamos anteriormente, la precariedad suele ir aparejado al mundo laboral. Así, la podemos definir como una situación que sufren los trabajadores, caracterizada por la inestabilidad en la contratación y la vulneración de algunos derechos laborales.
Existen distintos tipos de materialización de esta precariedad: horas extras no remuneradas, desigualdad salarial, ambientes laborales inseguros, temporalidad elevada, o no estar dado de alta en la seguridad social.
Causas de la precarización
Definidos los conceptos anteriores, ya podemos ver cómo sucede el fenómeno de la precarización laboral. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se explica a través de diferentes variables, relacionadas directa o indirectamente con el mercado laboral. Es decir, la precarización no va ligada solamente a un fenómeno adverso, sino que intervienen varios de ellos.
A continuación, vamos a ver brevemente un hipotético escenario por el cual se empeora la vida y condiciones de los trabajadores:
- Contexto económico adverso.
- La economía global o regional cae en recesión.
- Se experimenta un descenso de la demanda agregada.
- Las empresas tienen que llevar a cabo un ajuste de los costes de producción.
- Entre esos costes se encuentra el coste de personal.
- Se puede reducir a través de varias vías: bajada de salarios, despidos o aumento de las horas no remuneradas.
Este sería, groso modo, un ejemplo de precarización laboral. Ante un contexto económico adverso, las empresas se protegen reduciendo costes, uno de ellos son los trabajadores. Lo que se traduce finalmente en una pérdida de derechos laborales.
Consecuencias de la precarización
Las consecuencias que se pueden experimentar tras el proceso de precarización son los siguientes:
- Seguridad física: Uno de los ámbitos afectados por la precarización pueden ser los elementos de protección y seguridad de los trabajadores. Tales como textil específico, herramientas de mayor calidad, revisiones de material pesado o peligroso, etc.
- Seguridad psicológica: El ambiente laboral también puede verse afectado, si no pueden realizarse estudios internos de ambiente empresarial puede surgir casos de acoso o mobbing.
- Salario: Es quizás el elemento más conocido, si baja la productividad bajan los salarios, perdiendo calidad de vida y poder adquisitivo, factor que puede poner en peligro la estabilidad familiar.
- Seguridad social: El empresario puede prescindir de los costes empresariales de dar de alta al trabajador en la seguridad social, negándole protección ante el despido u otros derechos que puede contraer.
- Aumento de horas extra: Otra de las consecuencias puede ser el aumento de las horas no remuneradas, dificultando así la conciliación de la vida personal y laboral del trabajador.
- Despido: Es otra de las consecuencias directas de una crisis económica, no solo provoca el fin del sustento de la persona a la que se despide, sino que aumenta considerablemente el gasto público en forma de prestaciones sociales.
Soluciones para la precarización
Cabe mencionar que la precarización suele ir precedida por una crisis económica, aunque hay sectores específicos que ni en época de crecimiento económico mejoran las condiciones laborales. Por tanto, una de las maneras de acabar con la precarización es que el clima económico sea positivo, mientras haya confianza y consumo de bienes y servicios, no será necesario empeorar las condiciones de los trabajadores.
Al margen de ello, hay dos grandes formas de afrontar la precarización laboral:
- Liberal: El paradigma liberal aboga por la desintervención total o parcial de las autoridades públicas en el mercado de trabajo. Serán los propios trabajadores y empresarios, a través de la libertad contractual, los que decidan los términos y condiciones de los puestos de trabajo. Con ello se espera un aumento de la productividad, ya que se penaliza a los trabajadores improductivos, y una subida de la calidad de vida del trabajador.
- Intervencionista: El paradigma intervencionista propone lo contrario, regular lo máximo posible las relaciones entre empresario y trabajador, estableciendo salarios mínimos, protección contra el despido y prestaciones sociales ante él. Esto puede mejorar la vida del trabajador o empeorarla si debilita la productividad y empeora el mercado laboral.