Crear una empresa es un proceso al que muchos habitantes en el planeta deben enfrentarse. Sin embargo, en función del país al que hagamos referencia, este proceso puede ser más o menos largo y costoso. Para conocer esto, en Economipedia hemos elaborado un ranking en el que estudiamos en qué países es más fácil crear una empresa.
Entre los debates más sonados dentro del mundo económico, cabe resaltar el debate que enfrenta a aquellos economistas que se muestran más a favor de una economía de mercado, y a otros economistas, los cuales demuestran una menor confianza en “la mano invisible” de Adam Smith y, por ello, proponen un modelo de economía planificada. Un debate muy extendido a lo ancho y largo del planeta, el cual, hasta la fecha, no encuentra una conclusión válida.
Y es que, de la misma forma que a lo largo de la historia se han demostrado las bondades de la economía de mercado, del libre mercado y de los beneficios de permitir la interacción entre la oferta y la demanda para la libre formación de precios, entre otras cosas, también son conocidas las teorías de Keynes, así como otros economistas que demostraron cómo el intervencionismo, o lo que conocemos los economistas como economía planificada o mixta, puede ser muy beneficioso en la corrección de desequilibrios ocasionados por este mercado libre, donde la regulación propuesta por sus defensores es mínima.
Así pues, se dice que la intervención estatal es necesaria para la corrección de lo que conocemos como los “fallos de mercado”, motivados por esa desregulación y falta de intervención por parte del Estado. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchos economistas han indagado en otro término, al cual han denominado “fallo del Estado”, y que define cómo el Estado, al igual que el libre mercado, también genera disfuncionalidades que podrían dañar el escenario económico. Pues, aunque el fin sea el mismo, un mayor bienestar, los medios que estos valoran para alcanzar dicho fin son muy distintos.
Por esta razón, encontramos regulaciones muy distintas en todos los países. De la misma forma que conviene resaltar los cambios que se producen en las políticas tras un cambio de Gobierno. Todo ello viene motivado por debates como el actual, donde unos gobiernos se posicionan más a favor de la liberalización, mientras que otros tratan de incrementar su peso en lo que respecta a su capacidad de intervenir en la economía. Posiciones que, en cierta forma, son las que generan, entre otras cosas, que en unos países tardemos 13 días en crear una empresa, mientras que en otros se tarda 1 día. O que en un país cueste crear una empresa 3.000 euros y, en otro, 1 euro.
Este tipo de regulaciones, en cierta forma, vienen motivadas por la posición que adopte el Gobierno en este asunto. Una serie de regulaciones, entre la que destacamos esa capacidad para hacer negocios que mencionábamos al finalizar el párrafo anterior, tan determinante para el crecimiento económico de un país.
¡Veamos!
Las empresas: el motor de toda economía
«La empresa es un agente económico que constituye uno de los pilares fundamentales de la actividad económica.»
Como definimos en Economipedia, un agente económico es toda persona física o jurídica que participa de algún modo o en alguna parte del proceso de una actividad económica. En otras palabras, una economía se compone de agentes económicos que desempeñan una actividad económica.
Entre esos agentes económicos, es preciso destacar el papel de la empresa dentro de ellos. La empresa, en este sentido, es un agente económico que constituye uno de los pilares fundamentales de la actividad económica. Y es que, aunque siempre existan excepciones, por norma general la empresa suele desempeñar una serie de funciones que son determinantes para la buena marcha de una economía, así como para el desarrollo de las distintas sociedades que habitan en nuestro planeta.
Destacando entre estas funciones tan determinantes, conviene resaltar el papel de la empresa en lo que respecta a la coordinación, la dirección y el control del proceso de producción. En otras palabras, el empresario es el que, mediante la asignación de factores productivos, produce los bienes y servicios que, posteriormente, satisfarán las necesidades de estas sociedades. Como vemos, una función esencial, pues de ella depende, en gran medida, la oferta de una economía.
Asimismo, estos bienes que producen las empresas, de la misma forma, son modificados por otras que hacen que estos bienes presenten usos alternativos, a la vez que generan valor al modificarlos. Dicho de otra forma, las empresas crean o aumentan la utilidad de los bienes. Pues, como sabemos, estas empresas transforman las materias primas en productos, incrementando su capacidad para satisfacer las necesidades humanas. En resumen, las empresas buscan en todo momento adaptarse a las necesidades del mercado, añadiendo valor en tanto en cuanto este lo demande.
Entre otras funciones, también cabe resaltar otra muy determinante para una economía, pues sin ella poco podría desarrollarse esta. Así pues, esta función de la que hablamos es la de crear empleo, a la vez que dotan de un salario a los habitantes de un territorio. Como sabemos, entre las funciones principales de una empresa se encuentra el hecho de que son estas las que crean el empleo y, por ende, generan riqueza. En este sentido, un empleo que se constituye como una parte fundamental de la renta y la riqueza de las familias; pudiendo decir que de esta empresa también depende, en gran medida, la demanda de una economía.
Y ello, teniendo en cuenta, en último lugar, que son estas las que asumen un riesgo, ya que se ven en la obligación de pagar por anticipado a los factores de producción sin conocer los resultados. Es por ello por lo que, también, entre los factores de producción existentes, se tiene en cuenta esta capacidad empresarial, dado que sin el papel de ese empresario que asume el riesgo y coordina todo para que la empresa funcione, la empresa no sería tan determinante como aquí exponemos.
Crear empresas: una necesidad
«Mientras tenemos economías que permiten crear empresas en 3 días, tenemos otras economías que establecen un periodo de 15 días.»
Dada la importancia de las empresas para una economía, el papel de un Estado es, entre otros, generar un marco favorable para que estas empresas puedan operar en armonía, y sin que se generen desequilibrios y disfuncionalidades que deriven en un menor bienestar. Y ello, a la vez que se promueve la creación de empresas. Un marco que, como decíamos al inicio y debido a esa postura adoptada por el Gobierno, varía mucho en función del país al que hagamos referencia.
En esta línea, y desde hace años, los economistas hemos venido avisando sobre la necesidad de promover un marco más favorable, integrando la digitalización de las instituciones, a la vez que, reduciendo la burocracia, transitamos hacia un modelo de administración más facilitador para estas empresas. Sin embargo, mientras tenemos economías que permiten crear empresas en 3 días, tenemos otras economías que, dentro incluso de un mismo bloque económico como es la Unión Europea, establecen un periodo de 15 días. Una divergencia que se observa, de la misma forma, en los costes de constitución.
Observando un ejemplo, el de la Unión Europea, hemos podido observar cómo países como Dinamarca o Francia presentan, entre sus requisitos para constituir una empresa, un plazo de constitución que dura entre 3 y 3,5 días, respectivamente. Mientras, en otras economías como la española, este proceso de constitución dura 13 días. Por otro lado, en lo que respecta al coste, países como Reino Unido no cobran nada por crear una empresa, mientras que la anterior, Francia, cobra 1 euro. Sin embargo, volviendo al ejemplo de España, la economía peninsular establece el requisito de aportar 3.000 euros para su constitución.
Teniendo en cuenta esa misión de los gobiernos de aumentar el número de empresas operativas en el país, así como engrandecer las existentes, pocos motivos quedan para que economías como la española, así como muchas otras, existiendo modelos como el francés o el de Dinamarca, sigan estableciendo requisitos tan exigentes. Unos requisitos que, no obstante, se han ido reduciendo a nivel global con el paso del tiempo, tal y como muestra el gráfico que se expone a continuación.
En resumen, unas exigencias que, aun siendo menores que en años pasados, deben seguir reduciéndose progresivamente en todas las economías. Pues, como podemos concluir en este apartado, son aquellos países que más apuestan por la creación de empresas y por su tejido productivo, los que, también, presentan un mayor desarrollo y un mayor crecimiento económico.
¿En qué país es más fácil crear una empresa?: El informe Doing Business
«Hablamos del informe más fiable en lo que respecta a información relacionada con la facilidad para hacer negocios en un determinado territorio».
Para extraer estos datos que facilitamos en el punto anterior, y que nos muestran esas divergencias en la regulación de los distintos países, hemos utilizado uno de los informes más fiables en lo que respecta a información relacionada con la facilidad para hacer negocios en un determinado territorio: el informe “Doing Business”.
Este informe, elaborado por el Banco Mundial, analiza las regulaciones que afectan 12 áreas del ciclo de vida de una empresa. Áreas entre las que destacan la apertura de una empresa, el manejo de permisos de construcción, la obtención de electricidad, el registro de propiedades, la obtención de crédito, la protección de los inversores minoritarios, el pago de impuestos, el comercio transfronterizo, el cumplimiento de contratos y la resolución de insolvencia.
De la misma forma, el informe también mide la regulación del mercado laboral y las contrataciones con el gobierno.
En lo que respecta a los últimos datos que recoge este estudio, hemos seleccionado aquellos que hacen referencia a las 37 economías de la OCDE, así como otros países de gran relevancia para el organismo y con los que mantiene acuerdos; como es el caso de China.
Así pues, los días que establecen estas economías para abrir una empresa son los que se muestran a continuación:
País | Tiempo necesario para iniciar un negocio (días) |
---|---|
Nueva Zelanda | 1 |
Australia | 2 |
Canadá | 2 |
Chile | 4 |
Dinamarca | 4 |
Estados Unidos | 4 |
Estonia | 4 |
Francia | 4 |
Grecia | 4 |
Holanda | 4 |
Noruega | 4 |
Bélgica | 5 |
Reino Unido | 5 |
Letonia | 6 |
Lituania | 6 |
Hungría | 7 |
Portugal | 7 |
Turquía | 7 |
Alemania | 8 |
República de Corea | 8 |
Eslovenia | 8 |
México | 8 |
Suecia | 8 |
Marruecos | 9 |
Túnez | 9 |
China | 9 |
Suiza | 10 |
Colombia | 10 |
Irlanda | 11 |
Israel | 11 |
Italia | 11 |
Japón | 11 |
Islandia | 12 |
Argentina | 12 |
España | 13 |
Finlandia | 13 |
Egipto | 13 |
Jordania | 13 |
Indonesia | 13 |
Luxemburgo | 17 |
Brasil | 17 |
India | 18 |
Rumanía | 20 |
Austria | 21 |
República Eslovaca | 22 |
República Checa | 25 |
Perú | 26 |
Polonia | 37 |
Sudáfrica | 40 |
Como podemos observar, esas divergencias son tal, que tenemos economías como Nueva Zelanda, donde tardaremos 1 día en constituir nuestra empresa y poder operar con normalidad. Mientras que, por otro lado, tenemos economías como Polonia o Sudáfrica, donde el proceso podría alargarse hasta rozar los 37 y los 40 días, respectivamente.
De la misma manera, el informe Doing Business también nos aporta información sobre el coste que tiene registrar una empresa en cada una de estas economías. Un coste en el que también se observan divergencias, siendo el mejor ejemplo el expuesto en el apartado anterior. Un ejemplo en el que se observa como, mientras que tenemos economías como Reino Unido, donde registrar una empresa nos cuesta 1 euro, en otros como España, este registro requiere la aportación de 3.000 euros.
Así pues, la siguiente tabla muestra este coste, el cual se normaliza y se presenta como un porcentaje del ingreso nacional bruto (INB) per cápita de dicho territorio:
País | Costo de los procedimientos para establecer una empresa (% del INB per cápita) |
---|---|
Reino Unido | 0% |
Eslovenia | 0% |
Irlanda | 0,10% |
Nueva Zelanda | 0,20% |
Dinamarca | 0,20% |
Sudáfrica | 0,20% |
Canadá | 0,30% |
Rumanía | 0,30% |
Lituania | 0,50% |
Suecia | 0,50% |
Australia | 0,70% |
Francia | 0,70% |
Finlandia | 0,70% |
Noruega | 0,80% |
Estados Unidos | 1% |
Estonia | 1% |
República Eslovaca | 1% |
China | 1,10% |
República Checa | 1,10% |
Grecia | 1,50% |
Letonia | 1,50% |
Luxemburgo | 1,60% |
Portugal | 1,90% |
Islandia | 1,90% |
Suiza | 2,30% |
Chile | 2,70% |
Israel | 2,70% |
Túnez | 2,90% |
Marruecos | 3,60% |
España | 3,90% |
Holanda | 4% |
Brasil | 4,20% |
Hungría | 4,50% |
Austria | 4,70% |
Argentina | 5% |
Bélgica | 5,30% |
Indonesia | 5,70% |
Turquía | 6% |
Alemania | 6,50% |
India | 7,20% |
Japón | 7,50% |
Perú | 9,40% |
Polonia | 11,60% |
Italia | 13,80% |
Colombia | 14,10% |
República de Corea | 14,60% |
México | 15,20% |
Egipto | 20,30% |
Jordania | 23,30% |
Esta tabla que mostramos recoge el coste o el requisito de capital necesario para registrar una empresa como porcentaje del ingreso nacional bruto (INB) per capita en cada territorio. Como podemos observar, y al igual que ocurre en la tabla anterior, tenemos todavía muchas economías que, como refleja su posición en ambas tablas, siguen mostrando muchas trabas que impiden una mayor creación de empresas. Un ejemplo de ello podría ser Sudáfrica o Egipto. Países que, observando el análisis que hace el Doing Business y teniendo en cuenta todo lo mencionado en los dos primeros apartados, muestran una postura que les lleva a aplicar más restricciones y, por ello, generar menos empresas.
En definitiva, se observa que, pese a que existen modelos de gobierno más eficientes y eficaces en lo que se refiere a la aplicación de políticas relacionadas con la apertura de empresas, muchos países siguen a la cola en este asunto. Esas divergencias que hemos ido señalando en este último apartado son la muestra de cómo, pese al multilateralismo y la globalización que ha vivido el planeta, todavía queda mucho por hacer. Pues como muy bien dijo un día el escritor Robert Townsend: «Las grandes multinacionales son pequeñas empresas que han tenido éxito».
Siendo así, ¡apostemos por su creación!